GUTEN TAG FRAU MERKEL 111

GUTEN TAG FRAU MERKEL !!!

No hará gala de la exaltación y el desparpajo de una ciudadana del Sacromonte granadino, pero hemos de suponer, y más que suponer aceptar, que aunque aparentemente, flaquee en esos rasgos personales, esa laguna, la compensa sobradamente con el marcado aplomo y equilibrio de su personalidad, producto sin duda, de no haber abandonado la escuela a los doce años de edad, como sucedió con aquella conciudadana suya, de aquel monte cercano a La Alhambra.

Con el precedente párrafo, aun no conociéndola personalmente, hemos querido presentar a una mujer, que está rigiendo los destinos de la tercera potencia económica mundial, de reciente gira por nuestro país, para examinar in situ, las reformas que se están llevando a cabo, para ordenar nuestra enrevesada Economía, con arreglo a los parámetros exigidos por la Unión Europea. Nos place que así haya sido, teniendo en cuenta que el país que ella representa, constituye el primer baluarte económico de la Unión, y por tanto de hecho y derecho, se erige como el primer responsable y sancionador, del cumplimiento de las normas económicas establecidas, para el buen funcionamiento del Grupo europeo.

A pesar de la satisfacción general, manifestada por la Delegación económica alemana, acerca de las medidas establecidas por España, para el cumplimiento de las Normas Generales económicas establecidas dentro de la Unión, como era lógico y de esperar, alguna de las reglas establecidas por el Gobierno español, no son del total acuerdo teutónico. Concretamente , las referidas a las medidas de competitividad; según los germanos, los salarios deberían ajustarse a unos baremos de productividad, como tienen ellos establecido, postura de la cual difieren los principales responsables sindicales españoles, que defienden el actual modelo de regulación de los mismos, en base a los baremos del IPC (Incremento de Precios al Consumo).

En el caso, de que se nos encomendara la misión de arbitraje, para decidir cuál de los dos sistemas debiera adoptarse, personalmente nos inclinaríamos por un tercero, completamente diferente a los dos en discusión. Sería aquél, consistente en una negociación colectiva, entre empresa, y trabajadores representados por un Comité de Empresa, que permitiera acercar posturas tanto laborales como económicas, concertadas en base a la distribución de beneficios obtenidos por la empresa, después de llegar a previos acuerdos entre las partes, para dedicar debida parte de aquellas ganancias, a razonables aplicaciones de las mismas, entre otras, a una justa retribución del capital invertido, amortización de activos, capitalización de la empresa, eventuales reservas, y otros pertinentes capítulos. El remanente de aquellas ganancias, determinaría el porcentaje de regularización de los salarios. Esa sería para nosotros, la fórmula más apropiada y menos conflictiva, para ajustar debidamente los salarios a la competitividad de la empresa. La fórmula puede parecer un tanto utópica o idealista, pero nosotros creemos sincera y seriamente, que esa podría ser la vía, para alcanzar verdaderas cotas de productividad y competitividad. Ese sistema, no solamente resultaría justo desde un punto de vista social y laboral, sino que además coadyuvaría a la integración e identificación de los asalariados con la empresa.

No vaya alguien a pensar, que el sistema que nosotros proponemos, es parecido al que tienen establecido en Alemania; si alguien piensa de la guisa, es porque confunde productividad con rentabilidad; son dos elementos muy distintos. Productividad significa por ejemplo, fabricar diez o veinte tornillos por hora, y las rentabilidad para la empresa, deriva del beneficio de la venta de aquellos diez o veinte tornillos, que será mayor o menor, en función del grado de competitividad, que alcancen en el mercado sus productos.

La frase, “Los caminos del Capital y Trabajo, son cada vez más convergentes”, fue en su tiempo, el pensamiento de uno de nuestros ministros económicos de turno más progresista, que decididamente trabajó a favor de nuestra Economía, para desarrollarla con arreglo a aquel pensamiento. Esa filosofía laboral, nos hace comprender y aceptar, la obligada y necesaria entente, que debería manifestarse ininterrumpidamente, entre los dos principales factores de una Economía competitiva, firmemente desarrollada sobre justas, éticas, y consensuadas condiciones sociales y laborales, que dignifiquen tanto al Capital como al Trabajo.

Repetimos, nos place el interés con que se están aplicando, las máximas autoridades económicas alemanas, para controlar y sancionar el reajuste económico, que deberían poner en práctica todos los países de la Unión, incluida por supuesto la propia Alemania. Papel supervisor, que no solamente tienen el derecho, sino la obligación de asumir, no en vano, es la Economía que en mayor proporción, contribuye en la aportación de medios económicos, para el Fondo de Intervención de la Unión.

Si hemos de mostrarnos reacios a algo, relativo a esos encuentros interministeriales, habidos recientemente entre España y Alemania, es a aquel punto, relativo a la más que posible integración de 500.000 jóvenes españoles, al mercado laboral alemán. Bien es verdad que esa opción, puede significar una vía de salida para esa juventud, que no les puede ofrecer por el momento España, pero sinceramente, nos dolería la emigración de esa joven savia, porque la más selectiva y eficiente, iba con toda seguridad a quedarse definitivamente fuera de nuestro país, en claro perjuicio de nuestro desarrollo tecnológico y científico, del cual tan necesitados estamos. Una decidida apuesta presupuestaria en I + D, y Cultura, aun en detrimento de otros capítulos, para la debida formación profesional y científica de esa migratoria juventud, debería ser la postura a seguir por parte de nuestra Administración, para evitar la pérdida de un incalculable valor humano.



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