sábado, 24 de agosto de 2013

PRESENTE Y FUTURO DE LA POLÍTICA ESPAÑOLA


PRESENTE Y FUTURO DE LA POLÍTICA ESPAÑOLA

La actual situación  de nuestro país, podríamos equipararla a la de un automóvil que ha pinchado una rueda, y se encuentra perseguido por un enorme tsunami económico, político,  social y financiero,  con el agravante de que no dispone  de la rueda de recambio. El vehículo intenta proseguir su precipitado escape, pero sin lograr distanciarse demasiado de la grave amenaza que se le viene encima, sus esforzados movimientos le permiten solamente avanzar en zig zag, con lo cual su lenta marcha, lo sitúa cada vez más cerca del peligrosísimo fenómeno que lo persigue.

Para completar la metáfora de nuestro automóvil, vamos a asignarle a cada una de sus cuatro ruedas las siguientes funciones: Económica, política, social y financiera. ¡¡ Qué duda cabe, que la rueda política es la más importante del automóvil !!, el buen funcionamiento de las otras tres depende de su rueda direccional  política. Luego…, volviendo al parangón anteriormente establecido, nos encontramos que los aproximadamente 47 millones de pasajeros, que viajan en ese enorme vehículo, se están viendo ya cercana y peligrosísimamente perseguidos, por una enorme catástrofe…, el automóvil con la rueda direccional hecha polvo, y las tres restantes con el perfil tan desgastado a punto de reventar también.

Nos hemos valido de un lenguaje figurado, para describir en síntesis la actual situación de nuestro país. Para complementar esa simulada expresión, vamos a tratar de analizar de forma más objetiva, la deteriorada y grave situación en la que se encuentra actualmente nuestra “rueda política”, para que nos ayude también a comprender su difícil aunque posible e indispensable reparación.

Nuestro actual sistema político echó a andar el 20 de noviembre de 1975, como continuación del gobierno de una dictadura sufrida durante 40 años, sobradamente conocida. El principal defecto que no cesa de lastrar a nuestro actual sistema gubernativo, es que éste continúa todavía unido por su cordón umbilical a la anterior dictadura, prueba de esa filiación es el degenerado y corrupto proceso político que  desde entonces está sufriendo nuestro país, como consecuencia de la viciadas costumbres heredadas de aquel gobierno, y que el actual no ha hecho más que corregir y aumentar vergonzosamente, gobierno éste, perennemente representado por un bipartidismo,  cuyas facciones a pesar  de supuestas diferencias ideológicas, no han hecho más que perpetuar al unísono otra dictadura, eufemísticamente calificada como democrática económica, sujeta esta vez al Poder del Capital, en lugar del Militar como lo estuvo aquélla.

Vulgarmente se suele decir,  “el Pueblo tiene el Gobierno que se merece”, y efectivamente no vamos a discutir este aserto, la moderna Historia de nuestro país deberá confirmar que, obviando otros anteriores gobiernos, no mejores que el sistema actual, está sufriendo desde el 18 de julio de1936 unos poderes ejecutivos, que nada tienen que envidiar a los de cualquier  República bananera (disculpen esta vulgaridad, no podemos encontrar otra expresión más adecuada).

Un simple empujoncito, y las fichas de nuestro actual Ejecutivo caerían como las del dominó, pero hete que se les tiene acordada la patente de corso, y a ella se agarran como a clavo ardiendo; un derecho que como de costumbre, con irreflexiva  visceralidad, los votantes  les hemos ido  acordando a todos los gobiernos habidos hasta la fecha, a través de una mayoría simple o absoluta.

Es nuestro personal convencimiento de que, hasta  que no seamos capaces de reemplazar, nuestro obsoleto, incompetente y corrupto sistema bipartidista, por un verdadero y liberal  sistema democrático, realmente amparado por una nueva Constitución, nuestra  situación económica, política y social no puede más que ir empeorando, si es que se puede empeorar más de lo que ya está .

Haciendo cábalas respecto a un necesario y perentorio cambio político, hemos de reconocer que los dos partidos mayoritarios, avalados por sus tropelías, están condenados de antemano a un total fracaso; en cuanto al partido de derechas, se les puede garantizar el tradicional voto clerical, militar, burguesía, administración pública, y todo aquel personal que “genéticamente” ya viene marcado con las siglas del partido, con lo cual pueden tener garantizado el 30% del electorado, no más. En cuanto al partido  bipartidista mayoritario de “izquierdas”, también se les puede garantizar el fiasco de antemano, partido que por la deformación ideológica de sus actuales representantes, han perdido totalmente la esencia de lo que debe representar un verdadero partido de izquierdas, convertidos prácticamente en una elongación de su opositor de derechas, ambos dócilmente sometidos a la oligarquía económica, sin ninguna clase de remilgos, a la hora de verse sobornados por toda clase de prebendas.

Visto el panorama general de lo que ha representado y continúa representando nuestro nefasto bipartidismo, al país sólo le queda la esperanza de que una verdadera fuerza democrática liberal, haga irrupción en nuestro arco parlamentario, que sea capaz de aglutinar los anhelados deseos del Pueblo español, y de verse representado por verdaderos gestores de su patrimonio público,  alejando infundados temores de viejas y caducas hoces y martillos, para convertir España en una verdadera  Social Democracia, donde una nueva Constitución, represente y haga respetar, los genuino poderes, derechos y obligaciones de su ciudadanía.