¡¡¡ Y TÚ MÁS
!!!
¡¡ Qué
tiempos aquellos en que la pluma y el papel, resultaban innecesarios para
sellar cualquier pacto, una palabra y un apretón de manos, eran el sello
indisoluble del pacto establecido !!, por el contrario, el sentido
oportunista-mercantilista del ser humano, desde aquel entonces hasta nuestros
días ha evolucionado, involucionando de tal manera, que hasta incluso con pluma
y papel de por medio, de no estar atentos a la “pequeña letra” del contrato, ya
te la han colado !!.
Efectivamente,
en los tiempos que atravesamos, estamos constatando que aquellas antiguas y
sanas costumbres sociales, han degenerado de tal manera, que desde las más alta
hasta la más baja de las esferas sociales, ese proceso degenerativo ético, afecta sin
distinción de clase o condición a toda la especie humana, especialmente a la
política, con la posible exclusión de aquella
excepción que confirma esa regla; así concretamente en nuestro país, en lo
concerniente a sus clases políticas, desde sus más altas instancias reales,
pasando por presidentes, ministros, secretarios, regidores municipales, concejales, y otros subalternos, estamos constatando que
ninguno de esa especie (excluyendo como
dicho, la excepción que eventualmente confirme esa regla), escapa de los malos usos
y costumbres de aprovecharse descarada y delictivamente de la “letra pequeña” y
no tan pequeña de los contratos suscritos, sean éstos económicos, políticos,
sociales e incluso religiosos; habiéndose desarrollado esos degenerados
hábitos, con tal desvergüenza y profundidad, que ha dejado la moral política y
las arcas del país tan yermas, que el tendero ya no fía ni la compra del papel
higiénico, excepto si como de costumbre se apela al incremento de la Deuda
Pública u otras artimañas, para hacer frente a perentorios gastos sociales.
Llegados a
ese punto de desolación, privación e indignación, provocado por nuestros
incompetentes y corruptos “mandados” , ilegal y delictivamente “autoconvertidos”
de motu propio en “mandadores”, justo lo contrario de lo que en verdad y
constitucionalmente debiera ser, nos encontramos con un país prácticamente
abandonado a una incierta suerte política, económica y social, donde todos y
cada uno de los agentes políticos que han provocado nuestra desoladora
situación, intentan justificar lo injustificable para salvar su denigrante postura,
con sarcásticos, inaceptables, cínicos e hipócritas propósitos de enmienda, a
través de no menos engañosas leyes, redactadas por los propios malhechores.
No se revela
necesario acudir a ninguna otra fuente, para confirmar nuestro sencillo y claro
pensamiento, los medios ya nos tienen informados hasta el hartazgo de todas las
tropelías e injusticia institucional en que está sumido el país, ahora le
corresponde a este humillado, engañado, y
violado Pueblo, significarle a esa detestable casta política, mercenaria
servidora del Poder económico que la sustenta, su inaceptable y corrupto
proceder, haciendo tabla rasa de todas y cada una de sus antidemocráticas
instituciones, sustituyéndolas lo antes posible, a la voluntad del Pueblo, por
aquéllas que emanen de su propia Soberanía, a través de un Contrato Social o
Constitución, donde dentro de ese Contrato no quepa la menor cabida de ninguna
“letra pequeña” que dé lugar a falsas interpretaciones, dando por descontado
ese hecho, si es el propio Pueblo, el exclusivo responsable de su redacción y
salvaguarda.
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