GRAVE Y
DELICADA POSTURA POLÍTICA
La decisión
adoptada por el Primer Ministro griego Papandreu, de someter a referendum el segundo rescate de su país, ha
sentado como un verdadero jarro de agua fría, sobre los medios internacionales,
y significado una mayúscula sorpresa
para todos los componentes de la Unión, sobre todo teniendo en cuenta, las
duras negociaciones que han debido llevarse a cabo entre los 17 estados de la
Comunidad, hasta llegar a un acuerdo para un segundo rescate del país griego,
estimado en 158.000 millones de euros
Al respecto
de la importante noticia que estamos comentando, se puede comprender y admitir,
que el pueblo llano se muestre reticente a la adopción de ese segundo plan de
rescate, porque va a significar sin duda, una nueva vuelta de tuerca para la economía
de la sufrida ciudadanía.
Lo que ya resulta
inverosímil e incomprensible, es que el Primer Ministro griego, no obtenga el apoyo necesario por parte de la
Oposición, para sacar adelante el plan de ayuda propuesto por la Comunidad,
cuando incluso ese plan de rescate comporta
la condonación del 50% de su Deuda.
La situación
que a este respecto está sufriendo el Primer Ministro griego Papandreu, por
parte de la Oposición a su Gobierno, nos atreveríamos a calificarla como mínimo
de dolosa, donde no acertamos a comprender las causas por las cuales, no se
consigue llegar a un consenso dentro de aquel Gobierno, cuando el plan de
rescate propuesto, no solamente significa una ventajosa tabla de salvación para
el país, sino también una imprescindible medida para la estabilización del
sistema financiero y económico de la Comunidad.
Para
explicarnos de manera plausible, la grave postura del Gobierno griego, respecto
al asunto que nos ocupa, no nos cabe otra explicación, más que aquella de
imputar a la Oposición, la grave falta de colaboración con su actual Gobierno,
que aparentemente sólo puede ser justificada por mezquinos intereses,
estrictamente personales y partidistas, y que caso de no poderse justificar con
otras aceptables razones, la grave postura de la Oposición griega, resultaría incalificable. ¡ Un irreflexivo, e inaceptable despropósito por parte
de esa Oposición !; si su postura está motivada por las razones que suponemos, el
Gobierno griego sería merecedor de la más dura de las sanciones; en cualquiera
de los casos, es de esperar una rápida rectificación de la parte de aquella
Administración, para corregir la grave y negativa postura momentáneamente adoptada.
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