miércoles, 19 de octubre de 2022

EE. UU. "FLIRTEA" CON TAIWAN PARA INCREMENTAR SU SITUACIÓN GEOESTRATÉGICA

 ESTADOS UNIDOS “FLIRTEA”CON TAIWAN PARA INCREMENTAR SU GEOESTRATEGIA

Como ha ocurrido con Ucrania, esta vez le toca a Taiwan verse acosada por EE UU para aceptar sus deshonestos y peligrosos propósitos: “EE UU prepara un paquete de 4.500 millones de dólares de ayuda militar a Taiwán”
• Esta medida duraría cuatro años y contempla la participación de la isla en organizaciones internacionales
• Esta iniciativa llega en un momento de especial tensión entre Washington y Pekín. PorRTVE.es/AGENCIAS, 15-10-2022
Para comprender esta “petición de mano”, sería recomendable que, EE UU nos aclarase porqué motivos acude a tierras tan lejanas para encontrar “novia”; sobre este asunto mi abuela en paz descanse, me comunicó un clarividente consejo: “Quien de lejos viene o lejos se va a casar, o viene engañado o va a engañar”. Sin más comentarios.
A continuación expongo un breve resumen de la biografía de CHANG KAI SHEK (Wikipedia), que nos da una concreta idea de la relación entre China y Taiwan (antigua Formosa), respecto a la remota pertenencia de la isla a China:
Chang Kai-Shek
(Jiang Jieshi o Chang Kai-shek, también llamado Chiang Kai-shek; Fonghien, 1887 - Taipei, Taiwan, 1975) Militar y político chino, primer presidente de la República Nacionalista China. Formado como militar en el Japón (1907-11), se unió al movimiento nacionalista Kuomintang de Sun Yat-Sen; éste le envió a la Unión Soviética a estudiar los métodos organizativos de los bolcheviques; y luego le encargó la dirección de la nueva academia militar de Whampao (1924), bajo la supervisión política del comunista
Al morir Sun en 1925, Chang Kai-shek asumió el mando del Kuomintang y lanzó la llamada «revolución nacional» en unión con los comunistas: desde sus bases en el sur de China fueron derrotando a los jefes militares semiindependientes que dominaban el centro y norte, hasta lograr la práctica unificación del país en 1927-28. Entonces rompió con los comunistas, a cuyos simpatizantes persiguió de forma sangrienta (matanzas de Shangai y Cantón, 1927), y formó un gobierno monocolor nacionalista con capital en Nankín.
Chiang Kai-shek ejerció prácticamente una dictadura personal de ideología conservadora, pues intentaba recuperar la armonía social tradicional que predicaba Confucio; el poder fue repartido entre cuatro grandes familias, todas ellas ligadas al dictador: los Chang, los Sung, los Kung y los Chen. El contenido nacionalista del movimiento quedó resaltado al obtener de los occidentales la devolución de algunas concesiones coloniales; en cambio, abandonó objetivos sociales como la reforma agraria, que había defendido durante el periodo de alianza con los comunistas.
El consiguiente descontento campesino fue la base sobre la que se apoyó la revolución comunista liderada por Mao Zedong que, a partir de 1930, sumió a China en una guerra civil. Chang Kai-shek venció al «Ejército Rojo» de los comunistas después de combatir con ellos en cinco campañas, obligándoles a retirarse hacia el interior (la «larga marcha» de 1934-36). Pero ello no asentó el poder de Chang Kai-shek, ya que, por un lado, Mao consiguió refugiarse en la provincia de Yenan, donde fundó una República comunista; y, por otro, Japón dirigió hacia China sus ambiciones de expansión territorial, ocupando sucesivamente Manchuria (1932), Jehol (1933) y la costa norte de China, incluyendo Pekín y Nankín, hasta Shangai (1937).
La parte más densamente poblada del país quedaba así en manos extranjeras. La Guerra Chino-Japonesa de 1937-45 fue un capítulo más de la Segunda Guerra Mundial. Chiang Kai-shek hubo de aliarse de nuevo con sus adversarios comunistas para oponer una resistencia más eficaz a los invasores; a cambio, recibió de éstos el mando supremo de las operaciones militares.
Pero tan pronto como la contraofensiva de los aliados (británicos y norteamericanos) derrotó al Japón en 1945, nacionalistas y comunistas reanudaron las hostilidades en una nueva guerra civil, que se extendería hasta 1949. El Kuomintang consiguió controlar las grandes ciudades, pero los comunistas, apoyados en la miseria del campesinado, fueron avanzando posiciones. A pesar del intenso apoyo de Estados Unidos, Chang Kai-shek acabó admitiendo su derrota y se retiró con sus partidarios (unos dos millones de personas) a la isla de Formosa o Taiwan, en donde mantuvo la administración de la China nacionalista, mientras en el continente los comunistas implantaban la República Popular China (1949).
El contexto de «guerra fría» entre las superpotencias proporcionó a Chang Kai-shek la protección norteamericana como luchador anticomunista. Durante algún tiempo conservó la representación de China en las Naciones Unidas (detentando el correspondiente sillón de miembro permanente del Consejo de Seguridad), mientras la China de Mao, excluida de la ONU, era sometida a un bloqueo económico.
Finalmente, el realismo de las relaciones internacionales se impuso y la China nacionalista quedó como un pequeño Estado más, enemigo de la poderosa República Popular China. Chang Kai-shek se mantuvo hasta su muerte como presidente de la pequeña República de Taiwan, que mantenía la ficción de ser el último reducto de la China nacionalista, aspirando teóricamente a la reunificación del país bajo su poder.
Fue, en cambio, la China comunista la que, apoyándose en su notable superioridad demográfica, económica y militar, intentó tomar Taiwan por la fuerza en 1957-58; no lo consiguió, una vez más, por la protección norteamericana, que estuvo a punto de conducir a un enfrentamiento armado entre China y Estados Unidos.
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Se comprende la imposibilidad de China por aquel entonces de reintegrar Taiwan a la China continental, haciendo frente a EE.UU, teniendo en cuenta su pobre desarrollo tecnológico, frente a la poderosa Tecnología norteamericana. Verbigracia: Las gravísimas experiencias de Hiroshima y Nagasaki.

Desde aquellos notan lejanos tiempos, la Tecnología no ha dejado cotidianamente de
sorprendernos con su imparable desarrollo, pasando a ser dominio ésa
de la mayoría de los países económicamente más desarrollados,
entre los cuales destacan EE UU, China y Rusia principalmente, y
algunos más que en su conjunto almacenan (según supuestos cálculos
oficiales 6.000 armas nucleares, muy superiores a las experimentadas
en aquellas dos desafortunadas ciudades japonesas), distribuidas a partes iguales,
entre lo que vulgarmente llamamos Mundo Occidental y Oriental,
intentando vanamente ambos en base a esa Tecnología, disputarse una
hegemonía mundial; el Mundo Occidental dominado por un inhumano,
antisocial, codicioso y despiadado Sistema económico y social
Neoliberal que, práctico dueño de todos los poderosos y desbocados
Medios de los países bajo su influencia, tiene bajo su Dominio todo
el Poder político, económico y social de esos países, sometidos
sus Pueblos y no menos sus Gobiernos a sus inhumanas reglas.


No menos negativas son las perspectivas de un Mundo Oriental, dominado por las dos más grandes Dictaduras capitalistas de la Historia, dueñas prácticas también de todos los poderosos Medios políticos, económicos y sociales de los países bajo su influencia, sometidos todos los Pueblos y Gobiernos bajo su dominio a las dictatoriales reglas de su Sistema.


Así sin paliativos constatamos la difícil disyuntiva del “Trabajo”, para emigrar a cualquiera de esos dos Mundos, comprometidos sus respectivos Sistemas, repetimos en la vana conquista de una Hegemonía mundial, en cuya disputa son sus respectivos Pueblos los que verdaderamente deben sufrir las graves consecuencias de esa vana “Disputa”. Es por lo que el conflicto creado por ambos Sistemas, lo único que realmente ha conseguido hasta el momento es una constante “lucha de clases”, que no por mucho más tiempo pueden recorrer caminos paralelos; ha llegado la urgente hora de la convergencia de ambos caminos si verdaderamente deseamos, cumplir con nuestra real misión sobre esta bendita y maltratada Tierra así como sus Pueblos.





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