lunes, 3 de septiembre de 2012

"CON UN PAN DEBAJO DEL BRAZO"


“CON UN PAN DEBAJO DEL BRAZO”

Benditos tiempos aquéllos, cuando  la Sociedad nos mostraba a la práctica totalidad de los padres de familia, ocupados en alguna actividad, que les proporcionaba los sacrificados  y dignos medios, para hacer frente con mayor o menor holgura a  sus necesidades familiares, sin el desesperado y agobiante sentimiento de millones de ellos, privados actualmente de inalienables derechos sociales.

Aun naciendo  dentro de aquéllas, y con frecuencia humildes condiciones de seguridad social, se acostumbraba a decir que el niño venía al mundo “con un pan debajo del brazo”. Para comprender el alcance del drama social, que a nivel mundial  estamos soportando, es indispensable tener la experiencia de aquella humilde época, para poder establecer una comparación con nuestra desesperada situación actual. A este respecto, nuestra juventud está experimentando desagradables e insoportables vivencias, pero carecen de la experiencia social de aquellos tiempos, para valorar exactamente el desastre social que estamos atravesando, aceptándolo de mayor o menor grado, como medio natural de su existencia.

La juventud a la que estamos haciendo alusión, tiene el perfecto derecho de preguntar a la Sociedad, quién o quiénes son los responsables de su desolada situación, al igual que sus hijos, también les plantearán idéntica pregunta, de continuar manteniendo nuestro bastardo Sistema,  ¡¡si consigue sobrevivir a sí mismo !!, misión imposible de no cambiar radicalmente sus erróneos principios.  Estúpidos políticos, nos dan otra no menos estulta respuesta,  culpando a precedentes dirigentes de nuestro inadmisible e insoportable orden social, cuando en realidad nuestra detestable situación, empezó a gestarse hace varios decenios, pocos años después de la segunda Contienda mundial.     

Fue sin duda a partir delos”60” que empezó desarrollarse nuestra universal Crisis; aquélla no lejana, sencilla y humilde existencia de antaño, inconsciente y engañosamente, la fuimos suplantando por un exacerbado hedonismo, dominado por un irreflexivo y desmesurado  consumismo, bajo los auspicios de un engañoso  y esclavista culto del empréstito, muy bien orquestado y aprovechado por un neoliberal, codicioso e insaciable Sistema Financiero, fuera de todo control, que a través de sus Organizaciones Multinacionales, ha sabido sobreexplotar la Economía Mundial hasta el límite de sus últimas posibilidades, y cuyos beneficios ha sabido sustraer a la Sociedad, para refugiarlo en sus Paraísos Fiscales, donde anualmente según estudios oficiales, se refugia un fraude fiscal de 600.000 millones de dólares; actividad desarrollada y legalizada, con el apoyo y la connivencia de corruptos sistemas políticos, sus politicastros convertidos en esclavos de su propia servidumbre, cuyos servicios deben considerarse tan delictivos, como la criminal conducta de su poderoso Señor

La fraudulenta actividad de ese Sistema Financiero,  unido a las beligerantes y aberrantes conductas militares, políticas, económicas y financieras, adoptadas especialmente dentro de los países de nuestro “Primer Mundo”, ha sumido a éste y al otro “Inframundo”, dentro de un irreversible caos, del cual todos y cada uno de los humanos, consciente o supinamente somos responsables.

Vamos a detallar algunos casos, para facilitar la comprensión de las causas que provocan  nuestro actual caos  económico y social. A título de ejemplo, “el pan que trae debajo del brazo”, el “afortunado niño”, que tiene la suerte de nacer en el país más poderoso de la Tierra,  significa una Deuda de 50.000 dólares (atribuible el mismo débito, a cada uno de los miembros de su familia), equivalente individualmente a  40.000 euros de este Viejo Continente  (su abuelo Sam ha contraído una deuda de 15 billones de dólares, y el nietecito tiene la ineludible obligación de rescatar esa horrible hipoteca); no será tarea fácil para el niño ese rescate, teniendo en cuenta que la situación no es tampoco muy brillante en su “bendito” país, allí también hay gente rebuscando en los contenedores de basura, para poder sobrevivir. Para continuar citando prácticos ejemplos, sin necesidad de desplazarnos a otras similares, pero lejanas latitudes, vamos a citar el ejemplo de nuestro país; el niño que aquí nace, al igual que el americano,  también viene con “un pan debajo del brazo”, valorado en 20.000 euros ¡¡in crescendo!!  (repetimos, importe que también hipoteca a cada uno de los miembros de su familia); muchos millones de ellos, con su padre tomando el sol los siete días de la semana y los 365 del año,  con la posible fortuna de que alguno de ellos, sea asistido con una limosna de  ¡¡ 400 euros mensuales !!.

Tratando de encontrar  una solución a esta caótica situación económica y social, especialmente en beneficio de nuestra desconcertada juventud, ¿quién y cómo puede ayudarla, orientarla o aconsejarla, para encontrar la forma de amortizar esa deuda de  de 50.000 $ ó 20.000 €  (1), principal y primer obstáculo para su digno desarrollo social; deuda contraída en su nombre, por sus propios padres, al igual que la que deben amortizar los que nacen en la casi totalidad de otros países, todos ellos con una estancada y en muchos casos recesión económica, agravada por un insultante y creciente desempleo?.

Si alguien siente la curiosidad de conocer el horrible precio del pan, que traen debajo del brazo los niños de otros países, el cálculo es muy sencillo, dividan el importe de la Deuda Soberana del país, por su número de habitantes, y conocerán la escalofriante hipoteca, que dejan como herencia esos padres a sus hijos.

 Perspectivas de inquietante y difícil futuro, para esta juventud y venideras generaciones;  en sus manos queda la solución del caótico problema heredado de sus padres; éstos, incapaces de ofrecerse una alternativa, dócilmente entregados a la perversa y dictatorial esclavitud que los tiene sometidos, un codicioso y criminal Sistema Económico Financiero, apoyado por corruptas, delictivas y  serviles “pandas políticas”.

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