BATALLAS ELECTORALES

BATALLAS ELECTORALES

A pesar del cordón sanitario anunciado por Ciudadanos respecto al PSOE, Sánchez le está tendiendo la mano a Rivera para la formación de un posible Gobierno; se comprende que así se lo proponga a Rivera, teniendo en cuenta que Ciudadanos a pesar de su aparente rechazo, sería prácticamente la más adecuada solución que les restaría a ambos partidos, para formar un nuevo Gobierno, equivalente al renacimiento de un descafeinado nuevo Bipartidismo, teniendo en cuenta que Ciudadanos puede sin ninguna duda considerarse la cuarta pata de la mesa del PP, que constituiría el Gobierno ideal del “Sistema”, para confirmar el artículo 135 de nuestra Constitución, introducido hará cosa de alguna legislatura con nocturnidad y alevosía por PSOE y PP, artículo que decididamente antepone a favor de la Troika, toda clase de Recortes y Reformas, con cargo al Bienestar Social del Pueblo.

No podíamos esperar menos de la parte de Pedro Sánchez un desnortado “socialista conservador”, capaz de pactar con cualquier fuerza ultra retrógrada, antes de hacerlo con cualquier fuerza renovadora y progresista por temor a ser absorbido por ella, destino que empieza a tenerlo bien ganado, no solamente por un partido progresista, sino también por los verdaderos seguidores del auténtico partido socialista de Pablo Iglesias Posse, fundador del PSOE y de la UGT:

Pero no adelantemos acontecimientos, porque el próximo día 28 puede traernos alguna sorpresa, teniendo en cuenta la existencia de un 40% de abstencionistas, que pueden despertar hartos del desgobierno que están sufriendo desde hace 40 años, imputable esa situación tanto a los gobiernos nacionales de un incompetente y parasitario Bipartidismo, como a los gobiernos nacionalistas que los han apoyado. Caso de que ese 40% de abstencionistas, no se manifieste debidamente contra la continuación de ese indeseable y nuevo “Bipartidismo”, así como tampoco despierten

el 23% de las gentes bajo el umbral de la pobreza, los 9 millones de pensionistas, los millones de feministas y centenares de miles de otros casos de dejación social, España corre el seguro riesgo de encontrarse con un Gobierno muy similar al establecido en Andalucía; España no se lo merece, pero si llegase a establecerse será porque sus gentes sí lo merecen.