jueves, 12 de julio de 2018

OCHENTA AÑOS DE RETRASO DE LA DEMOCRACIA ESPAÑOLA


OCHENTA AÑOS DE RETRASO DE LA DEMOCRACIA ESPAÑOLA

Un tiempo prácticamente imposible de recuperar, para ponerse a la altura de cualquier moderno Estado de Derecho. No solamente se trata de la imposibilidad práctica de recuperarse de ese desfase democrático, sino también de la persistencia de aquellas reliquias fascistas, nunca extirpadas en nuestro país, a raíz de la permisividad manifestada de la parte de los vencedores de aquel fascismo europeo, cuyos vestigios continuaron intactos en nuestro país, para convertirse en una “neocolonia” de los vencedores de aquel mundial conflicto.

Aquel fascismo continuó perpetuándose en nuestro país, bajo aparentes muestras de un Cambio político, que todavía se está esperando en España, bajo el engañoso signo de una falsa Transición, lo cual ha provocado y continúa provocando situaciones políticas y sociales, propias de un país que sigue arrastrando claros signos fascistas, nefasta herencia de aquella Dictadura militar, que no solamente está provocando la continuidad de muchos de los usos y costumbres políticos y sociales de aquellos 40 desoladores años, sino lo que es peor una continua involución, para la construcción de un verdadero Estado de Derecho.

Prueba irrefutable tanto a nivel nacional como internacional, es  la vergonzante, corrupta e incompetente situación política de nuestro país, en ese sentido netamente destacada dentro de la Comunidad Europea. Difícil, muy difícil le va a resultar a nuestro país, superar su grave situación política y social actual, que perdurará, hasta que su Ciudadanía no consiga sacudirse de encima, la perjudicial situación política y social desarrollada durante 80 largos años,  por un inducido ostracismo político ciudadano, convertido el Pueblo en un práctico analfabeto funcional político y social, a la más pura merced de la manipulación, de un corrupto, degenerado, despótico y antisocial Sistema político.

Vista la situación política, económica y social en la que se encuentra nuestro país, no nos resulta difícil comprender y admitir, la enorme labor a desarrollar, para superar la lamentable situación, a la que nos ha conducido durante 40 años un incompetente e inútil Bipartidismo, éste prácticamente autodestruido ahogado en su propia corrupción, baste convencerse para ello, pensando en los cientos de causas por las que están siendo investigados, cada uno de los dos partidos. Llegados a esa situación, se comprende perfectamente la regeneración política que necesita nuestro país a nivel de todas sus Instituciones, sin exceptuar ninguna de ellas; se comprende pues perfectamente, que el completo vuelco político que debe experimentar nuestro arco parlamentario, que  sólo podrá ser logrado a través de nuevas fuerzas progresistas, que vengan a sustituir las ultra conservadoras y corruptas fuerzas políticas, que han asolado España durante una falsa Transición dictatorial franquista. Es por lo que, para llevar a cabo esa perentoria regeneración política, basta ya de darle cancha a los restos de ese viejo y caduco Bipartidismo, para dar paso a todos aquellos nuevos partidos que representen una verdadera intención de Cambio, sabiendo bien distinguir los restos de aquellos conservadores, que se presentan como progresistas con los mismos collares, así como la de aquéllos que sutilmente disfrazados de progresistas, son la quinta esencia del más puro conservadurismo. .

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