"1 OCTUBRE", DÍA "D" EN CATALUÑA

DÍA “D” EN CATALUÑA

Faltan apenas 48 horas para el “1O”, y las espadas siguen en alto; como datos más importantes referidos al Referéndum catalán, caben destacar varios factores muy determinantes en el supuesto desarrollo del mismo. En primer lugar según una reciente encuesta, el 61% de los catalanes rechaza la independencia unilateral, y el 67% de ellos están en disconformidad con las maniobras de la Generalitat, por aprobar sin debate las leyes de ruptura. En segundo lugar, cabe destacar que ninguna Organización internacional respalda ese Referéndum, concretamente la ONU no ha querido acusar recibo de la comunicación de la Generalitat, para evitar cualquier manipulación. Los dos importantes datos reseñados, indican que desde el punto de vista legal, el Referéndum está desde un punto de vista oficial, desprovisto del peso necesario para darle validez.

Hasta aquí se ha expuesto la situación legal de ese previsto Referéndum, ahora cabe considerar el posible desarrollo práctico del mismo, sin duda no exento de serias dificultades, tanto de orden material, como de Orden público. En cuanto al material, mucho habrán de esforzarse sus organizadores, para poder llevarlo a cabo, vista la prohibición oficial de que lugares públicos estén autorizados para las votaciones, así como la continua incautación de urnas y votos por las fuerzas del Estado.

Suponiendo que los organizadores consiguieran burlar esos inconvenientes de ubicación y del necesario material,  serios problemas de Orden Público se pueden manifestar, cuando los ciudadanos acudan a depositar sus votos, y se vean impedidos por la actuación de las fuerzas del Estado, en aquellos lugares que se haya logrado burlar totalmente las disposiciones del Gobierno, donde se pueden generar serios disturbios, las fuerzas del Orden superadas por los acontecimientos; situaciones que de llegarse a producir, flaco favor harían a nuestra supuesta Democracia, que tan mal han sabido gestionar todos los gobiernos de nuestra franquista Transición, tanto los catalanes como los nacionales, sin ninguna fuerza moral ninguno de ellos para afrontar ese delicado evento, habida cuenta de su incompetencia y corrupción.