OBSERVANDO EL PLANETA TIERRA
Para documentar
esta página en primera persona con detalle y profundidad, respecto a la
realidad política, económica y social de los aproximadamente 200 países, que
conforman el mapamundi de nuestro planeta, sería necesaria una peregrinación,
que aún disponiendo de los medios económicos y temporales, para llevar a cabo
esa mundialista gira, se iba a producir
la paradoja, que al final de nuestro viaje y el largo tiempo transcurrido, los
conocimientos adquiridos sobre los
primeros países visitados, con toda
seguridad iban a quedar desfasados o anticuados, dada la rapidez con la que se
suceden actualmente los cambios políticos, económicos y sociales, en la mayoría
de los países, y no precisamente para mejorar su estado de bienestar.
Descartada la
experiencia que acabamos de indicar, a
causa del problema temporal indicado, y
la falta de medios económicos de los que no
dispondríamos para realizarla, nos vemos obligados a resumir el mapa político,
económico y social de nuestro planeta, a través de nuestros humildes
conocimientos , sometiéndolo a una
observación general, virtualmente visionado y dividido en varias zonas de tipo casi continental, muy
dispares entre ellas, pero con un denominador común para los países que las
conforman, una alarmante inestabilidad económica, política y social dentro de
todos ellos.
Las zonas en
que hemos decidido dividir el planeta Tierra , para resumir nuestra personal percepción económica,
política y social de las mismas son las siguientes: 1ª.- Los países que
actualmente componen la Comunidad Económica Europea; 2ª.- Comprende los países de la antigua URSS;
3ª.- Países del Centro y del Sur de África (su zona Norte la reservamos para
incluirla dentro de la zona islámica); 4ª.- Comprende una larga franja que abarca
los países del Norte de África, Oriente Medio y parte del Extremo Oriente; 5ª.-
Engloba los países de Extremo Oriente, prácticamente todo el Continente
asiático; 6ª.- Países del Centro y Sur
de América; 7ª.- Y por último los países
del Norte de América y Australia.
Respecto a la
zona europea, preferentemente optamos por denominarla Comunidad Económica
Europea, en lugar de Comunidad Europea, ya que para nosotros la denominación
Comunidad Europea , implicaría una completa relación económica, política y
social de los 27 países integrados en la misma, que por el momento están escasamente unidos
bajo un inseguro sistema económico y monetario; el político se nos antoja tan distante, que a duras penas
puede concebirse a corto o medio plazo su unión política, base indispensable de
lo que debiera ser, una respetada y verdadera Comunidad Europea. Se podría empezar
a trabajar para la consecución de ese indispensable status político, una vez superada la grave
Crisis económica y social que golpea el Planeta, bien entendido, una vez bien aprendidas
las duras lecciones que nos está reservando la misma, como consecuencia del
inmoral y agotado Sistema Económico desarrollado hasta la fecha. En cuanto a esa unidad política europea, “largo
me lo fiáis”, habida cuenta de los arraigados
e insuperables sentimientos nacionalistas, posiblemente superables a través de
vasos comunicantes sociales, a lo largo
de algunas generaciones, pero que momentáneamente, esos chovinistas sentimientos
representan un muro infranqueable. En cuanto a la situación económica,
financiera y social de esta CEE, no estimamos necesario entrar en detalles,
nuestras difíciles y sufridas
experiencias personales, así como
los medios, nos ahorran esa labor
informativa.
Respecto a la
segunda zona, principalmente representada por los países de la antigua URSS,
tampoco podemos ser muy optimistas,
respecto a su presente y futuro desarrollo económico, político y social. Se trata de una zona que en cuanto a
recursos materiales y humanos goza de una situación privilegiada; actualmente
sus rápidos cambios políticos orientados hacia un “Sistema Liberal”, motivaron
la privatización de casi todos sus elementos económicos, que como era de prever,
la propiedad de los mismos, recayó en
manos de aquéllos pocos más cercanos al antiguo Aparato político, siendo su
reparto tan arbitrario y
oportunista, que como resultado del
mismo han surgido escandalosas fortunas , mientras que el pueblo llano se
debate dentro de un precario estado de bienestar; resumiendo, su actual Sistema económico y político nada
tiene que envidiar al de sus vecinos de la CEE. Se sobreentiende que el papel
principal de esa zona, está representado por la gigante Rusia.
En la tercera zona africana, exceptuando raras
excepciones, es verdaderamente increíble, insoportable e inadmisible, la tragedia humana que se está viviendo en la
mayoría de aquellos países. El “homo
sapiens”, que supuestamente nació
por aquellos parajes, luego
emigró, pero la mayor parte de su primitivismo, parece haber quedado anclado
para siempre en los lugares que lo vieron nacer; males que en su tiempo fueron todavía más agravados,
por un endémico y largo período de esclavitud, así como por las consecuencias
derivadas de aquella infausta Reunión de
Berlín del año 1885. Un enorme apoyo
económico, político, moral y cultural, necesitarían recibir de este Primer
Mundo, para paliar su lamentable situación actual, como debida compensación del
expolio y vejación sufrida durante tanto tiempo, a consecuencia de aquella
colonialista Reunión de Berlín. Bajo las actuales condiciones, el
Primer Mundo lo tiene muy difícil para superar esta Crisis, pero para las
pobres y desamparadas gentes de esa
Zona, significa una misión imposible sin la mencionada ayuda.
La cuarta
Zona, delimitada por esa larga franja que se extiende desde el Magreb hasta
Indochina, comprende la mayoría de los países del Mundo Islámico, organizados y
desarrollados sobre una base de profundas raíces religiosas, en continua y
permanente contraposición con la cultura cristiana, que sin tregua a lo largo de los siglos, se
han visto y continúan viendo visceralmente enfrentadas, a causa de las
diferentes interpretaciones que de su original doctrina, han postulado sus diferentes “profetas”, fútiles diferencias que incluso se manifiestan, ¡ y
de qué manera ¡, dentro de sus propias creencias religiosas; un claro ejemplo son las
eternas confrontaciones entre suníes y chiíes, de la parte islámica, y
católicos y protestantes de la parte cristiana. Deseable sería, que definitivamente la razón, se acabe imponiendo a esa sinrazón religiosa,
que tantos problemas ha causado y continúa causando a ambas Culturas. La Zona,
económica y políticamente está apoyada básicamente en su “oro negro”, con una
distribución de la riqueza tan desigual y en ocasiones tan tiránica, que crea
inimaginables diferencias sociales, como consecuencia de lo cual, estamos
asistiendo a una serie de graves desórdenes sociales, dentro de la casi
totalidad de esos países, situación peligrosamente agravada, por su continuo
enfrentamiento con Israel.
La quinta Zona o Continente asiático, se caracteriza por
la enorme diversidad de sus culturas, religiones, etnias, y el alarmante
aumento de su demografía, China con 1350 millones de habitantes, y la India con
1250 millones, son un claro exponente de las diversidades de ese Continente,
donde sólo esas dos naciones albergan dos quintas partes de la población
mundial. Un pequeño estudio de esos dos
colosos, puede ser suficiente para proporcionarnos una idea del enorme peso
político, económico, financiero y militar (países nucleares ambos) de la Zona,
que pese a ese poderío, no dejan de padecer una extrema pobreza, malnutrición, analfabetismo y
pandemias, consecuencia lógica de una total falta de Asistencia Social Estatal. Ambos países se encuentran en
una fase de franca expansión económica, uno de ellos bajo la tutela de una
férrea dictadura militar, el otro bajo el secularismo de sus conformistas
costumbres y cultura, donde los beneficios de su espectacular desarrollo
económico, sólo alcanzan a una minoría de la población, casi sin excepción
ligada al Poder Político, quedando el resto sujeta a unas condiciones de vida, con
frecuencia verdaderamente infrahumanas. No olvidamos de incluir en esta Zona a
Japón, cuya situación respecto a los generales comentarios que estamos
desgranando, puede asimilarse
perfectamente con la de los países de la CEE.
La sexta
zona, en la cual incluimos los países de Centro y Sur América, en el próximo
pasado y con matices de cierta importancia, su desarrollo económico , político
y social, hasta la total independencia política de los mismos, fue muy
semejante al experimentado por los países centro y sur africanos. A partir de
su independencia, faltos de una organización económica, política y
administrativa propiamente dicho, se han visto continuamente envueltos en
conflictos sociales, revoluciones, golpes de Estado, dictaduras,
injerencia económica extranjera, etc., que los ha mantenido durante demasiado tiempo en un estado de
postración, del cual están todavía arrastrando sus consecuencias, bajo un
precario bienestar social de sus Pueblos. En este tercer milenio, no podía
ocurrir de otra manera, balbucientes democracias parecen estar consolidándose en la
Zona, que bajo una competente acción política y administrativa, pueden dar su
fruto, habida cuenta de su inmensa riqueza natural y humana; sinceramente así
se les deseamos, como disculpa de nuestros extralimitados comportamientos hacia
ellos en el pasado.
En la séptima
Zona, término de nuestro humilde y
virtual viaje a través de nuestro Planeta, incluiremos a los Estados Unidos de
América, Canadá y Australia. En cuanto a estos tres países, aun formando parte
de una misma familia, podríamos situar al primero con respecto a los dos
últimos, en las antípodas de la actual Crisis mundial, el primero de ellos sumido
en una continua “situación concursal”
económica , como consecuencia de equivocadas políticas, que lo han
mantenido en un continuo estado de guerra hasta la actualidad, durante los últimos
tres cuartos de siglo, y que unido a la catástrofe provocada por sus inmorales
prácticas financieras de los dos últimos decenios, han abocado al país en una
situación de continua quiebra técnica, ¡¡¡ aproximadamente 10% negativo
PIB/DEUDA !!!, donde en un corto espacio
de tiempo, su porcentaje de gentes por debajo del umbral de la pobreza, ha pasado
de un 15 a un 17%, muy similar al padecido por esta CEE. Mientras sus dos
cercanos parientes, como raras excepciones a nivel mundial, han sabido mantenerse alejados de la inflacionaria
“Burbuja”, sin apenas verse afectados por la misma, si exceptuamos
lógicamente, los efectos colaterales que les provoca una recesión económica
mundial, con el consiguiente deterioro de sus relaciones comerciales
internacionales, y que afortunadamente para ellos, pueden soportarlo sin
mayores sacrificios y dificultades, gracias a su estable situación económica financiera.
Hasta aquí y
a través de esta página, dentro de nuestros limitados y personales
conocimientos, hemos tratado de resumir de la manera más concisa, objetiva y sincera
posible, la grave Crisis que planetariamente estamos atravesando, como producto
de erróneos postulados económicos y sociales desarrollados a lo largo y ancho
de nuestro mundo, especialmente a partir del fin de la segunda Gran Guerra, siendo lo más desalentador, que por mucho que nos
esforcemos, no estamos en situación de
encontrar una voluntad individual o
colectiva, capaz de orientarnos, para dar el perentorio giro de 180 grados, que
necesita nuestro actual Sistema, para salir
de este inmundo marasmo económico, político y social; para conseguirlo sería
indispensable despertar las conciencias
de nuevos sistemas políticos, que verdaderamente representen la voluntad de los
pueblos, en sustitución de la mezquindad política actual; nuevas políticas que decididamente
sepan imponerse a los Poderes Fácticos que actualmente las domina y nos
dominan, antes de que sea demasiado tarde,
para recuperarnos de la grave y delicada situación económica, social y medioambiental
que a duras penas podemos ya soportar.
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