COMPLICADA PARTIDA DE AJEDREZ
Al igual que en su día nos
inclinamos a favor de una ayuda exterior, a favor de la Oposición libia, en
forma de una exclusión aérea, para acabar con la Dictadura contra la que
estaban luchando, también en el caso del actual conflicto sirio, apartando totalmente cualquier inclinación o sentimiento
personal político, también abogamos por una inmediata ayuda, a favor de la indefensa
y aterrorizada población siria, para un rápido derrocamiento de la
Oligárquica familia “Al Assad”, que desde el año 1971, mantiene a
Siria bajo un corrupto Sistema
dictatorial, cuyos beneficios económicos se distribuyen y favorecen exclusivamente a la Familia Al Assad y su represivo Aparato de Poder.
Es vergonzoso que debido al
veto, al cual pueden acogerse cualquiera de las cinco grandes potencias
integradas en la ONU, se pueda en algunos casos paralizar actuaciones, que
desde el punto de vista humanitario, son verdaderamente necesarias e
ineludibles. Este es el actual caso de la desamparada población siria,
sufriendo sin piedad la bárbara represión de un sistema dictatorial, muy similar
al que recientemente sufrían Túnez, Egipto, Libia…, y que continúan
sufriendo buena parte de los países
islámicos englobados en esa peligrosa zona de Oriente Medio, así como en otros
países musulmanes de Extremo Oriente.
No nos llamemos a engaño, o
mejor dicho, no nos llamen a engaño Rusia y China, con su actual postura
política respecto al conflicto sirio; conservar la influencia geoestratégica y
geopolítica respecto a Siria de la primera, y la influencia geoeconómica y
geopolítica de la segunda, son los reservados o íntimos argumentos que pueden
esgrimir ambas potencias, para
justificar su veto en la Asamblea de la ONU, con cuya postura se está
permitiendo la indefensa masacre del Pueblo sirio.
Nosotros excluyendo todo
pensamiento o ideología política, nos reiteramos en la necesidad de una urgente
ayuda al Pueblo sirio; en nuestra opinión no se trataría de ninguna injerencia
en los asuntos internos de ese país, y mucho menos de una invasión
colonialista, como equivocadamente o demagógicamente se puede argumentar de la
parte de cualquier facción política. En este caso no se está contemplando el
desarrollo de una guerra civil, estamos asistiendo a una desigual confrontación
entre un poderoso verdugo y su desasistido esclavo. Es de lamentar que
Organizaciones Internacionales de los Derechos Humanos, no ejerzan mayor
presión a favor de este nuevo lamentable episodio..
La dolosa postura adoptada
por esas dos grandes potencias, le permite momentáneamente a Rusia, conservar
una importante base estratégica en la
Zona sobre terreno sirio, que con un eventual cambio de Gobierno posiblemente
temen perder, así como su influencia política. De su parte, China desea
proteger el suministro de energía
procedente de Irán; no podemos olvidar,
que un ataque militar a Siria,
significaría también un ataque a Irán, ambos países están estrechamente
unidos por lazos políticos y religiosos; un eventual ataque a Siria pondría en
peligro el indispensable suministro energético iraní, principal fuente de abastecimiento para
China; la falta de ese suministro
prácticamente bloquearía la industria de ese país. Aparentemente, no
encontramos otras razones de esos dos
colosos, que justifiquen su veto ante la ONU. La imagen que internacionalmente se está dando
en este conflicto sirio, es verdaderamente lastimosa, especialmente la que
están ofreciendo tanto China como Rusia; es de esperar y desear una reconsideración de
su postura, para prestar su apoyo a las resoluciones de la ONU en el asunto
sirio
En ese agitado Oriente
Medio, existen otras latentes situaciones políticas, no menos graves e
importantes que el actual proceso sirio, aunque momentáneamente el más activo
es este último. Difícil mover ficha en esa complicada partida de ajedrez, como
metáfora, se nos antoja que se está
jugando un “campeonato del mundo” en esa agitada Zona Medio Oriental. La
partida se está reduciendo momentáneamente a un inútil y doloroso sacrificio de
pequeñas piezas. El primero que debiera comprender la inutilidad de prolongar
su juego, es Bashar Al Assad, puesto que
cuanto más tarde en aceptar la evidencia de los hechos, más dura será su caída,
¡puede tomar ejemplo de otros trágicos finales!, su desaparición calmaría
momentáneamente la tensión en la Zona, que aún así, quedaría pendiente de la
adopción de otros movimientos, mucho más importantes en esa complicada partida
de ajedrez.
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