BENEFICIOS A CUALQUIER PRECIO

BENEFICIOS A CUALQUIER PRECIO    

Partiendo de la historia de las más antiguas civilizaciones, podemos observar las formas que han ido tomando sus diferentes  procesos económicos. Durante su período nómada, el ser humano no precisó de ninguna actividad mercantil, su forma de vida se singularizó por sistemas de autosuficiencia; afortunadamente para él, desconocía todavía los problemas o procesos económicos. Pequeños problemas de la índole, empezaron a manifestarse cuando el ser humano adoptó una vida sedentaria; a partir de ese momento apareció la forma más simple de un proceso económico, “el trueque”; no se sabía todavía lo que era la moneda, ésta estaba representada por las propias mercancías objeto del trueque.

Una segunda etapa del desarrollo económico de la cultura humana, apareció con la adopción de la moneda como objeto de cambio o adquisición de bienes; efectivamente la progresiva expansión de aquellos primitivos pueblos y su consiguiente distanciamiento, obligó a aquellas antiguas gentes, a la adopción de un genial descubrimiento “la moneda”, ¡¡¡por fin habían conseguido un ingenioso medio de pago!!!, que les ahorraba el penoso transporte de sus mercancías, para el desarrollo de sus operaciones en las Ferias económicas a las que concurrían.

Solucionaron un grave problema comercial con la adopción de aquel nuevo descubrimiento, “el Money, Money…”, la posesión de enormes rebaños de vacas, camellos, ovejas….., dejó de significar el principal signo de riqueza de sus propietarios; ¡ podían concentrar el valor de  aquellos enormes rebaños, en un simple cofre, representado por  piececitas metálicas, generalmente representando la efigie de sus gobernantes !. Hasta el momento de la adopción de la moneda, las transacciones comerciales eran muy simples, por ejemplo: cien buenos caballos, por cien mejores camellos. ¡ Cuánto más sencillo, a partir de aquel momento  de la adopción de la moneda!, una placentera excursión  al pueblo de al lado (caso de no ser “molestado” por los salteadores de camino de turno), provistos de una bolsita bien repleta de pequeñas piececitas de metal, era la cómoda “mercancía” que les facilitaba la compra de aquellos cien camellos.



Detengámonos a reflexionar un momento, ¿quién pone en duda, que con el descubrimiento de la moneda, el ser humano se creó uno de sus principales problemas?, ¡aunque nadie pueda discutir  que se trató de un genial descubrimiento!. Por personal experiencia, pronto descubrió el ser humano, que el peligro de sustracción de aquellas piececitas de metal, almacenadas en su cofre, era mucho más factible que el posible robo de un “puñado” de vacas; por doquier se empezaron a sufrir tales desmanes. Gente avispada no tardó en comprender la gravedad de aquel problema, no tardaron en resolverlo encontrando la adopción de una ingeniosa solución, ¡ la creación de un “mal necesario”, los bancos !. A partir de ese momento, no fueron necesarias la utilización de aquellas bolsas porteadoras de riqueza, ésta se podía transportar en simples hojas de papel, incluso empezó a viajar esa riqueza a través de hilos telegráficos, y a no tardar a través de las ondas hertzianas. ¡ Un logro, un verdadero logro para la ingeniería  industrial !, del cual no ha tardado mucho tiempo, en sacar provecho la “ingeniería financiera”, a través de las “excelentes  reservas” de ingenieros financieros económicos,  salidos de las Universidades de Harvard, Princeton, Oxford, Cambridge, Sorbona, Unimi, Complutense, etc. etc., para gestionar las economías de sencillos comerciantes y ahorradores; alguno de esos gestores, incluso laureado anualmente en la Sala de Conciertos de Estocolmo, como reconocimiento de su “científica labor económica”.

Sería insensato negar la labor pedagógica de los arriba mencionados Centro de Enseñanza, aunque en lo referente al desarrollo de sus Teorías Económicas, nos cabe una profunda duda respecto a la eficacia de las mismas; somos prácticamente legos en cuanto a esas teorías, sólo de un rudimentario conocimiento podemos hacer gala, y aún así,  al igual que lo pueden haber constatado el resto de los mortales,  nos atrevemos a poner en duda, la eficacia de las Enseñanzas Económicas impartidas en aquellos Centros, a juzgar por los universales resultados obtenidos en ese sentido, hasta la fecha, bajo la dirección de su “ilustre alumnado”.

La puesta en práctica de sus Teorías, ha sido un verdadero fracaso; luego…, algo básico e importante ha debido fallar y continúa fallando, ante la incapacidad de solucionar los enormes problemas,  creados con la adopción de las Teorías Económicas impartidas hasta la fecha, dentro de esos Superiores Centros de Enseñanza. La paradoja se produce, cuando los expertos económicos salidos de esos Centros, arruinan estrepitosamente entidades financiero económicas, en la cuna del “meollo económico”, allende los mares, y ahora esos mismos gestores, pretenden acudir en nuestra ayuda a este lado del Atlántico, para solucionar los graves problemas globales creados por ellos mismos.

En el sentido que acabamos de mencionar, podemos observar que un buen número de los responsables, de la más importante quiebra financiero económica mundial, relacionada con un Instituto financiero norteamericano,  como ex Consejeros de aquella Entidad, se encuentran actualmente al frente de nuestras Economías Europeas, para enderezar nuestro maltrecho rumbo económico. Nuestra inquietante duda acerca de la capacidad de esos personajes, para tratar de solucionar nuestra grave situación económica, está más que justificada, teniendo en cuenta las referencias que nos pueden aportar, relativas a sus antecedentes gestiones económicas. El donaire con el cual parecen entregarse públicamente, haciendo gala por momentos de una arrogante prestancia,  a nosotros más bien nos parece, la disimulación de un complejo de inferioridad o un profundo desconocimiento de su trabajo,  que el verdadero conocimiento de sus funciones para desarrollar  la labor asumida. Sólo el tiempo podrá disipar o aumentar nuestras dudas respecto a su verdadera capacidad, para sacarnos de la Crisis de la cual ellos son los principales artífices.

Para finalizar nuestros comentarios, continuaremos afirmándonos en nuestra creencia de que, algo básico está fallando en los planteamientos económicos de esos “expertos”. Las enseñanzas de competitividad, producción, rentabilidad, con beneficios a toda costa, impartidas en esas Universidades, que luego en la práctica son amalgamadas por puras y duras ideas especulativas por su alumnado,  de no ser corregidas o suplantadas por otras de puro corte económico social y humano, bajo el control de una eficiente Fiscalidad, podemos asegurar, que continuando con su adopción, como no deja de ser el caso, nuestra situación económica, y especialmente la social, sólo podrán empeorar a pasos agigantados.