CONTRADICTORIA CONSTITUCIÓN
Frases y
discursos rimbombantes y altisonantes, demagógicos en suma, han acompañado en
el día de hoy, a las protocolarias Reuniones y Asambleas celebradas con motivo
del 200 aniversario de nuestra Primera Constitución. ¿Cómo calificar toda esa
parafernalia, desplegada tanto por parte de estamentos reales o
políticos, como religiosos, judiciales, económicos, sociales, mediáticos,….etc.
etc., para la celebración de ese aniversario?;
dudamos en calificarla como cómica, trágica, o esperpéntica, teniendo en cuenta
el drama social y económico que subyace dentro de nuestra Sociedad.
Los
sentimientos que nos animan, o mejor dicho que nos obligan, a hacer públicos
nuestros pensamientos, respecto a la esencia del aniversario que hoy
presuntamente se pretende celebrar, están fundados sobre la base de los
principios, que en teoría y obligada práctica, debe fundamentarse una
Constitución verdaderamente democrática de cualquier país; principios básicos, inamovibles, inviolables,
indiscutibles, que no son otros que, la soberanía del Pueblo, la separación de
poderes, y la libertad de expresión, que inexcusablemente garanticen el
bienestar social de sus ciudadanos.
Teniendo en cuenta la lamentable situación
socioeconómica que está sufriendo nuestro país, el festivo espíritu con el que se ha pretendido celebrar tan importante acontecimiento, contrasta con
la dramática situación social, que están soportando un incontable número de nuestros conciudadanos;
tan solo uno de ellos que la sufriera, debiera ser motivo suficiente, para nublar el “berlanguiano” espíritu festivo de su celebración.
No vamos a
entrar en el análisis de un minucioso estudio, de todos los artículos de
nuestra Constitución, directamente relacionados con los derechos de la
Ciudadanía, tales como el derecho a una vida digna, a una vivienda digna, a un
trabajo digno, a una educación digna, a una Justicia igual para todos, etc.
etc., porque para analizar y desarrollar las causas y los efectos de tantas
contradicciones e injusticias, así como las responsabilidades imputables,
necesitaríamos de la redacción de un voluminoso Libro Blanco. Para no hacer tan
extensa nuestra disertación, vamos a limitarnos al comentario que nos merecen,
los esenciales principios básicos de nuestra Constitución, que para no hacerlos
demasiado prolijos, trataremos de darles formato de telegrama.
LA SOBERANÍA
DEL PUEBLO.- ¿Quién puede creer en esa
milonga, cien veces pisoteada por los poderes burgueses, militares y
religiosos?, actualmente esclava de los poderes económicos, con los poderes
políticos cómoda y señorialmente instalados, desarrollando su camaleónica
gestión, adaptados a las circunstancias del momento.
SEPARACIÓN DE PODERES.-
¡¡¡ Otra vergüenza nacional !!!. Donde
la lucha por el Poder Político, nos está
ofreciendo el peor ejemplo de una verdadera Justicia. Un botón de muestra: Nuestro
Tribunal Constitucional, Órgano Supremo de nuestro Sistema Legal, desmembrado
desde hace mucho tiempo, a causa de la mezquindad de nuestra clase política.
LIBERTAD DE
EXPRESIÓN.- Permítannos manifestar nuestra sincera duda y desconfianza acerca
del verdadero respeto hacia ella, en cualquier caso vergonzosamente manipulada
y tergiversada, sea por poderes políticos o tendenciosos medios de información
pública y privada.
Ya acabando
con nuestros comentarios, con toda sinceridad y honestidad, llegamos a la
conclusión de que, para hacer gala de una verdadera Constitución, nuestro trágico,
cómico o esperpéntico Sistema necesitaría de una “severa purga de caballo”, que la casi totalidad de sus actores no iban a
soportar, sucumbiendo a sus profilácticos efectos.
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