POR UNA
REPÚBLICA SOCIALISTA, LIBERAL, DEMOCRÁTICA Y LAICISTA
El gravísimo trastorno político, social, económico y
financiero, que está sufriendo todo el mapa geopolítico del Planeta, ha
trastocado todas las estructuras, sobre las cuales debiera apoyarse nuestra
Sociedad, para un normal y aceptable desarrollo de la misma.
Por supuesto, que nuestro país no escapa de la lamentable situación
a la que estamos aludiendo, es más, podemos asegurar, que dentro de las
supuestas veinte primeras economías mundiales en las que se encontraba la
nuestra antes de la Crisis, a causa de ésta y sus devastadores efectos, se está viendo relegada a unos
niveles tan bajos, que difícilmente podrá recuperar a corto plazo.
No vamos a entrar en la pormenorización de las causas que
han provocado, nuestra grave situación económica y social, en líneas generales
son de sobra conocidas, resumidas en los engañosos “cantos de sirena”, provenientes allende del
Atlántico, y que tan bien supimos remasterizar aquellas “melodías” a partir de
los “90” en nuestro país.
La causa principal de la gravísima situación económica y
social en nuestro país también está clara; montados en aquel rápido corcel inmobiliario
especulador inflacionista , nos metimos de lleno en un próspero pero ficticio y
galopante negocio, induciéndonos a un
descontrolado consumismo, financiado por encima de nuestras reales
posibilidades de gasto, lo cual nos ha generado una “hipoteca” económica y
social de dificilísima amortización, que vergonzosamente sólo está castigando,
a los pobres incautos que cayeron en el pastel, del que los causantes del
engaño, no solamente están escapando de rositas, sino que hasta incluso están
sacando más provecho de la tarta.
Lamentablemente, la Crisis en nuestro país tiene unas
vertientes, que van mucho más allá de su aspecto económico y social, y cuyas
consecuencias agravan todavía más nuestra delicada situación, vertientes que no
son otras que la Política, la Justicia y
la Fiscalidad. El título del epígrafe de esta página está relacionado
directamente con esas tres vertientes, de las cuales la rama política es por
supuesto la más importante, las otras dos dependiendo directamente de ésta.
Insistimos, es grave, gravísima nuestra situación económica y
social, pero nosotros consideramos más delicada todavía nuestra situación
política. Veamos nuestras reflexiones a este respecto; partimos de la base que
nuestro actual Sistema de Gobierno, fue la prolongación de un Sistema
Dictatorial, diseñado por un “padre adoptivo” y puesto en práctica por el
Consejo de Regencia de un despótico Sistema dictatorial, convirtiéndose en un
Gobierno político, a todas luces anticonstitucional y por supuesto
inconstitucional, al entronizar por decreto como Rey de España a Juan Carlos de
Borbón, para las continuidad de un Sistema Dictatorial. Efectivamente, se nos podrá objetar que acabó institutonacionalizado
poco tiempo después, a lo cual nosotros
también objetaremos , que fue institutonacionalizado bajo la presión e
influencia del Sistema que lo instauró, donde
éste pronto dio muestras de su rechazo, al manifestarse con él una incipiente apertura política, prueba de su visceral
disconformidad fueron los graves sucesos
de la calle Atocha, 55 de Madrid, el 24 enero 1977, y el 23F del año 1981 en el Congreso, entre
otros, a pesar de lo cual el Pueblo consideró que aquel cambio político,
significaba un resquicio de esperanza para la Sociedad española, que le
permitiría salir de aquel oscuro túnel, que mantuvo nuestro país durante cuarenta años, bajo una férrea y
despótica Dictadura política clerical, de la cual todavía persisten fanáticas
reliquias, que sólo por ley natural podrán ir desapareciendo.
Es a partir del 29 de diciembre de 1978, cuando bajo un
clima político verdaderamente confuso, y el pesado e influyente clima
franquista, que se “institutonacionaliza” aquel furtivo Sistema de Gobierno, al
entrar en vigor nuestra actual Constitución; Gobierno que bipolarmente se ha ido sucediendo
alternativamente, con dos ramas políticas diferenciadas en cuanto a supuestas ideologías,
pero que en la práctica en poco se han distinguido, ambas flirteando descaradamente con la “Mafia Capitalista” ( todos nuestros respetos
para un sano y honorable Capital y Trabajo); situación que nos ha conducido a
la degradante e insostenible situación política, económica, social y judicial,
que está lacerantemente sufriendo nuestra Sociedad.
Es evidente que ante tal situación, desde el punto de vista
político, económico, social y judicial, nuestra Sociedad necesita un urgente
cambio de 180 grados, para regenerar totalmente el tejido nacional de esas
cuatro facetas. Por supuesto que del tejido político, dependen básicamente los
tres restantes elementos. Un urgente cambio político será imprescindible,
primero para acabar con un Sistema de Gobierno totalmente anticonstitucional e
inconstitucional, incompetente e ineficiente; en segundo lugar para acabar con
un perenne e ineficaz sistema de bipolarismo político, que más que representar
la voluntad del Pueblo, ha representado y continúa representando más intereses
privados o personales, que aquéllos inalienables del Pueblo.
Respecto a
aquella fraudulenta instauración de una nueva monarquía, el
principal beneficiario de aquel cambio gubernamental, suponiendo que hubiera
actuado en su entronización por puro idealismo y patriotismo, una vez
consolidado el cambio, por dignidad y orgullo debió renunciar a su cargo y
someterse a la voluntad del Pueblo, para su aceptación o rechazo, habida cuenta
de la falsaria manera que fue entronizado; ese acto le hubiera honrado y
posiblemente confirmado en su cargo; no tuvo esa visión e inteligencia de
futuro, pero sí para amasar una fortuna de 1.790 millones de euros (revista
Forbes y otros medios) ¡¡¡ con una asignación estatal anual de 8 millones de
euros !!!, luego…, esa fortuna ha debido amasarla como posible “hombre de
negocios”; no acabando ahí la historia, ya que esas “actividades mercantiles”,
supuesta y presuntamente se han hecho también extensibles a la Familia.
Teniendo en cuenta que a su llegada a España, sólo contaba
con lo que llevaba puesto, el Fisco debería actuar de oficio contra sus
actuaciones extra gubernamentales, recuperando la cantidad defraudada a
Hacienda, correspondiente al IRPF de esos 1.790 millones de euros, además de la
pertinente sanción; siendo no solamente
responsable por el hecho de no haber hecho su declaración fiscal, al superar
sus ingresos los 12.000 euros anuales, sino también por la circunstancia de que
el Pueblo Español, lo tiene contratado para desempeñar el más alto cargo de su Gobierno, por lo tanto responsable también
en este caso de dejación de sus funciones, al ocupar su tiempo gubernamental en
otras actividades, supuesta y presuntamente “mercantiles”, totalmente incompatibles con
su digno cargo.
Comprobado y experimentado el desastroso resultado económico y social, al que nos han
conducido todos los gobiernos instaurados en nuestro país desde el 18 de julio
de 1936, va siendo hora de que en esta “Triste España”, sus conciudadanos
empiecen a pensar seriamente, en la adopción de un Gobierno, que nos conduzca
definitivamente hacia alguna parte; no es que podamos tomar como modelo de
perfección, ninguno de los que forman parte de la Unión a la cual pertenecemos,
pero sinceramente creemos, que somos bastante capaces e inteligentes, para
seguir el modelo de aquéllos, que están dictando las pautas a seguir dentro de
esa Unión, sería algo tan sencillo como
la instauración de una República Federal Socialista y Democrática.
No nos cabe la menor duda, que el establecimiento de ese
nuevo Gobierno, amparado por las reglas de una auténtica democracia, solucionaría automáticamente los gravísimos
problemas que tiene planteados nuestro actual Sistema Judicial, del cual
también derivan aquéllos no menos importantes de tipo fiscal; todos ellos
motivados y provocados por nuestras deficientes e incompetentes
Aministraciones.
En nuestro pensamiento del epígrafe, abogamos por una
República Socialista, Democrática, Liberal y Laicista. El momento de ese
imprescindible y necesario cambio, hace tiempo que lo está precisando nuestro
país, para acabar con un falso Gobierno y un ineficaz bipolarismo político, así como con su
representatividad de dos obsoletas Españas; resulta innecesario preguntar la
vía a seguir para la instauración de ese ansiado Gobierno, una consulta popular
debería confirmar su instauración, donde su carácter Socialista y Liberal,
serían la base de una nueva Constitución.
El carácter laicista de la misma sería expresamente remarcado, con la necesaria
separación integral de Estado e Iglesia, donde la libertad de Conciencia,
estaría también garantizada por la nueva Carta Magna.
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