REPRESENTATIVIDAD
DE LA UNION DE IZQUIERDAS
Al título de
esta página hemos querido darle un sentido verdaderamente intencionado; vean
que apelamos a una “Unión de Izquierdas” y no de “Izquierda Unida”. Efectivamente estos últimos
tiempos y con especial motivo de cara a unas Legilativas Europeas y las no muy
lejanas nacionales, no podemos evitar estar continuamente asaltados por la idea
de una Unión de Izquierdas, única solución al gravísimo problema económico,
político, social y judicial que tenemos planteado en este desgobernado país.
Un artículo
publicado en la red el pasado domingo 02-02-2014, relacionado con las próximas
Legislativas europeas, concretamente con
la posible representatividad en las mismas de alguno de los jóvenes líderes
actuales de las fuerzas políticas de izquierdas, fue el especial motivo que
avivó nuestro interés acerca de la más que necesaria agrupación de todas esas
fuerzas, no solamente cara a esas Legislativas europeas, sino especialmente a
las próximas nacionales.
El
mencionado artículo, cuestionaba la idea de que alguno de los jóvenes y
destacados valores de esa posible “Unión de Izquierdas”, sea el representante de esas fuerzas en el
Parlamento europeo. A nuestro sincero entender el mencionado cuestionamiento
estaba argumentado de una manera acertada, clara y concisa; concretamente ponía
en duda la efectividad de que tal nombramiento favoreciese los intereses
políticos de las fuerzas progresistas, ya que tal designación mermaría sin duda
la representación política nacional en beneficio de nuestro sempiterno y
nefasto bipartidismo. Personalmente no podemos menos que asociarnos a esa idea,
partiendo de la base de que a nivel nacional, esas fuerzas, antes de lanzarse a
una aventura fuera de nuestras fronteras, necesita primariamente asentarse como
una verdadera fuerza nacional, capaz de hacer frente al perentorio reto de
desbancar definitivamente nuestro corrupto y enquistado bipartidismo, luego
podrían plantearse con una fuerte y sólida representación nacional abordar los
problemas de esa entelequia llamada Parlamento europeo, vean sino, ¿de qué nos
iba a servir mandar al frente de la batalla a uno de nuestros escasos
generales, dejando detrás la infantería?.
Efectivamente
no nos dejemos engañar, ni que los cantos de sirena engañen a ninguno de
nuestros jóvenes y menos jóvenes valores de esas nacientes y prometedoras
fuerzas de izquierdas, entregando lo mejor de sí mismos a un destartalado
Parlamento europeo, a las imperativas y exclusivas órdenes de una Troika
delictivamente capitalista. Reservemos los asientos de aquella mercenaria Institución
“actual”, para aquellos oportunistas políticos, que hacen de ella el mejor de
sus soñados retiros, donde con toda seguridad, cualquier representante de una
política progresista social, nunca podrá compaginar su digna actividad con los
procedimientos del actual Parlamento europeo, tan diferente de la idea original
del mismo.
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