INSTITUNACIONALIZACIÓN
DE LA CORRUPCIÓN
La cultura
de la Picaresca, ha sido con toda seguridad desde siempre, la enseñanza más
cultivada en España, muy por encima de aquella impartida en las aulas. En ese
sentido podemos jactarnos de ocupar un lugar preferente, entre los 198 países
que componen el mapa geopolítico mundial, donde muchos de ellos nos siguen a
una prudencial distancia dentro del ranking .
El real
“Monipodio” desde hace muchas centurias instaurado y sufrido en este país, ha
sido y continúa siendo, la lacra que ha definitivamente provocado la
insufrible, detestable y delictiva situación económica y social, a la que
estamos abocados actualmente.
A la sombra
o el sol de ese real “Monipodio”, dependiendo del tiempo o circunstancias, no
dejaron ni dejan de crecer y medrar los personajes, que protegiendo y al tiempo
amparados por esa “Cofradía”, han provocado que el Sol se ponga a orillas de
nuestro Mediterráneo, y pase de largo para reaparecer de nuevo en el Cabo
Finisterre.
El insigne
Don Miguel, hace unos quinientos años, ejerciendo de Nostradamus español,
parabólicamente a través de su comedia, supo vaticinarnos la tragicómica
situación que iba a desarrollarse en España, donde cada uno de sus personajes
iba a cuadrar y adaptarse perfectamente
dentro de nuestras Instituciones; así vemos como su taimado “prior” observa
astutamente, como Rinconete y Cortadillo controlan la Economía de la Cofradía;
Maniferro se ocupa de guardar el Orden entre el Pueblo; Chiquiznaque simulando impartir Justicia; la Gananciosa y
la Pipota (prensa, radio y televisión), entreteniendo a las gentes de sus
miserias; los Viejos colaborando estrechamente con Maniferro; Juliana la
“Cariharta” (suplantando el Pueblo), ejerciendo de prostituta y para colmo poniendo
la cama; y componiendo el elenco, un incontable número de “Repudios”, nunca
mejor dicho del cuento, desarrollando sus prolíficas y sustanciosas
actividades.
No
desearíamos que algún lector pueda interpretar, como jocosa o irónica nuestra
crítica acerca de la metafórica obra de Don Miguel; en lo que a nosotros
concierne, no podemos menos que rebelarnos e indignarnos, cuando observamos que
la Injusticia está suplantando la Justicia, como se está demoliendo un Estado
de Derecho, y con todo ello violando la Democracia y la Soberanía del Pueblo.
¡¡¡ Si
tenemos ojos…, veamos; si tenemos oídos…, oigamos; si tenemos sensibilidad…,
sensibilicémonos; de lo contrario, el Diablo seguirá amparando nuestra futilidad !!!
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