jueves, 14 de febrero de 2013

EL CASO "URDANGARÍN"


EL CASO “URDANGARÍN”

Un cúmulo de dudas y preguntas se acumulan en nuestro cerebro para comprender cómo se pudo urdir y desarrollar alrededor de él la colosal trama de engaños y corruptelas, que día tras otro  afloran a la luz pública; una delictiva trama de cuyos tentáculos no escapan  las más altas Instituciones políticas y sociales.

La primera duda que nos asalta está relacionada con el coeficiente intelectual de este personaje, más sin tener un conocimiento personal del mismo; en todo caso no nos atrevemos a concederle ni el más alto ni el más bajo de esos dos coeficientes, aceptaríamos sin dudar cualquiera de los dos, porque ambos justificarían y justifican la delicada situación económica y principalmente social, de la que personalmente se ha hecho acreedor ; destacamos la social por encima de la económica, porque ésta, está sobradamente cubierta por el patrimonio de la Familia Real, estimado en una cifra aproximada de 1800 millones, según la prestigiosa revista “Forbes”, suficiente para cubrir más de doscientas veces la fianza de 8 millones, que en principio ha pedido la Fiscalía para él, y que a buen seguro podrá “fácilmente” aportar, para evitar el deshonor “real” de su entrada en prisión.

Repetimos, una maraña financiera de semejante dimensión, necesita como dejamos dicho del apoyo y dirección de alguien, que valiéndose de una dudosa inteligencia, que más bien calificaríamos de astuta prevaricación, cubierta por el alto rango social que la amparaba y continúa amparando, significa en su esencia  la verdadera justificación de los hechos.

Nuestra transición “democrática” postfranquista, está salpicada un día sí y otro también por tan importantes casos de corrupción especialmente política, que nos sitúan con toda seguridad, en uno de los primeros puestos del ranking, en cuanto a personajes corruptos por metro cuadrado a nivel mundial; ¡¡¡nadie pondrá en duda que nuestra “señora Justicia” debe correr con la principal responsabilidad de esa delictiva situación!!!, tan vergonzosa, que los principales medios de comunicación del Planeta se están haciendo eco de ella, para deshonor de nuestra propia dignidad.

Muchos, por no decir la mayoría de los casos de corrupción están relacionados, con las más importantes Instituciones del Estado, desgraciadamente el que es objeto de nuestro comentario, estrechamente ligado a la más alta de ellas, lo cual pone en entredicho la honorabilidad de la misma, confirmándonos que aquellos totalitarios e inviolables privilegios y derechos decimonónicos de tal Institución, que se alargaban y continúan alargando  para favorecer a todos sus miembros, actualmente representan una anacrónica e inaceptable situación político social, impropia de cualquier moderna democracia.

El asunto que estamos tratando, no deja de tener su importancia desde el punto de vista económico, ahora bien, su verdadera importancia radica en el hecho de que afecta directamente a la más alta Institución del Estado, la Monarquía, por lo que un justo y salomónico desenlace del caso “Urdangarín”, debería ser el punto de inflexión, que marque la regeneración política y judicial de nuestro país; significaría el aldabonazo necesario para la recuperación de la perdida confianza del Pueblo en nuestras Instituciones Políticas, Económicas y Judiciales, indispensable para un nuevo ordenamiento social, político y económico, sin el cual se nos antoja imposible la recuperación de la honorable, deseable y verdadera marca “España”.

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