“DESGOBIERNO
DIMISIÓN”
Sin duda el
Gobierno extenderá una “Línea Maginot” alrededor del Congreso y otros puntos
especiales, para protegerlos de un posible ataque de un indignado Pueblo, harto y al límite del
sufrimiento que está soportando, a causa de la inaceptable y vergonzosa presión
económica y social a la que está sometido de la parte de un deshonorable e
incompetente Gobierno. A este respecto personalmente y formando parte de ese
Pueblo, queremos rotundamente manifestar que, de nuestra parte no es en absoluto
nuestra intención, de acudir a la Manifestación de Protesta Nacional
contra la falta de honradez e incompetencia del Gobierno con ningún ánimo
“robesperiano”, para esas funciones
debiera entrar en acción nuestra “Señora Justicia”.
Estos dos
últimos días hemos asistido a un vergonzoso espectáculo político, que por sí
solo ha constituido un desafío y un insulto a la dignidad de un Pueblo, al
límite de la paciencia con que está soportando la insultante demagogia de sus gobernantes para justificar
sus errores, sus mentiras y el incumplimiento de todas sus promesas, cuyo
resultado lo están llevando al límite de la desesperación.
La no lejana
y anterior manifestación de protesta nacional, significó un revulsivo para el
Gobierno, pero lamentablemente sólo para adoptar medidas de presión hacia la
voluntad del Pueblo, para protegerse contra semejantes actos de protesta, medidas
que por supuesto no tienen ningún valor político-social y mucho menos ético y
moral, vistas las sobradas razones que nos amparan para manifestar nuestro
descontento e indignación. Aquella manifestación ya tuvo un significativo valor,
la del día 23F va a serlo sin duda de mayor importancia; vean
señores congresistas sólo por logística matemática la importancia que puede
tener, 6.000.000 de parados con sus respectivas familias, acompañados por el
resto de ese 27% de la población bajo el umbral de la pobreza, 400.000
desahuciados, 1.200.000 ciudadanos pasando hambre en España; si a esas cifras
les añadimos el buen número de gentes que en conciencia deben apoyar
solidariamente y por propio interés a esos desheredados, nos encontraremos que
la mitad de la población española, como mínimo, debería tomar el día 23F las
calles españolas, para pedir la inmediata dimisión del actual Gobierno, y la
convocatoria de nuevas elecciones, para recuperar la confianza que le otorgó, y
que de forma tan cínica, hipócrita y miserable está prostituyendo y violando;
aunque parezca desaconsejable la convocatoria de nuevas elecciones, es la única
alternativa de la que disponemos para librarnos definitivamente de un corrupto
e incompetente sistema legislativo y ejecutivo, que nos permita iniciar la
perentoria regeneración política, económica, social y judicial que están
necesitando todas nuestras Instituciones, para salir del marasmo al que nos ha
conducido un “deshonorable” bipartidismo político monárquico.
No debe ser
necesaria ninguna violencia, para desenmascarar y desterrar la hipócrita y
corrupta administración de la que estamos siendo objeto, mañana se intentará de
nuevo cercar el Congreso y otros puntos especiales, objetivo que se conseguirá
en la medida que lo permita la presencia policial, a la cual en todo momento se
la debe respetar escrupulosamente; como de costumbre habrá “infiltrados” que
intentarán romper ese orden y respeto, deben ser inmediatamente expulsados de
la manifestación; los señores congresistas no tienen porqué temer nuestra
presencia en cualquier parte, además de estar fuertemente protegidos por
“nuestras fuerzas del orden”, ¿porqué debieran temer nada, si están
desarrollando su labor de manera tan digna, respetuosa, honorable y en “continuo
contacto” con el Pueblo?. Sin excedernos, nuestra manifestación de indignación
y protesta debe limitarse a la adopción de una contundente y decidida acción
pacífica, para hacerle comprender y aceptar a un inoperante y frustrante
Gobierno, que debe abandonar inmediatamente el “desgobierno” de este país.
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