LA JUSTICIA
Como suele
ocurrir y seguramente al azar, valiéndose de guías telefónicas, o sabe el
diablo de que otro medio, consiguieron nuestras coordenadas para establecer
contacto con nosotros; a través de la línea telefónica nos solicitaron
autorización si lo estimábamos oportuno, para prestarnos al desarrollo de una
encuesta de tipo general, relativa a la situación política, social, monárquica,
económica, jurídica, administrativa, religiosa, etc. de nuestro país; encuesta que supuestamente estaba llevando a cabo una
Universidad de nuestra Región. La invitación al diálogo nos pareció correcta e
interesante y nos prestamos voluntariamente a las respuestas de las preguntas
formuladas.
Dentro de
los arriba mencionados capítulos a que hacían referencia las preguntas,
orientadas tanto a la consideración personal de los actores, como a las
Instituciones por ellos representadas, nuestras respuestas debían ajustarse a
un baremo similar al de una calificación escolar, es decir, dentro de una
valoración de 1 hasta 10, ajustarla a la persona o Institución cuestionada. Nos
parece recordar y no sabríamos precisar el único personaje o Institución al que le otorgamos un
“10”, juraríamos que fue a las Fuerzas y Seguridad del Estado, en su lucha
antiterrorista; el resto de estamentos o personas, fueron raramente aprobados
por nosotros, la mayoría de ellos sufrió un “doble suspenso”.
Si hemos
traído a colación, la exhaustiva encuesta a la que fuimos telefónicamente
requeridos, es para rectificar la calificación que otorgamos a una de las
Instituciones sometidas a nuestro juicio, calificación equivocada de nuestra
parte, debido a la precipitación y premura de la encuesta. Creemos recordar que
otorgamos un doble cero a la JUSTICIA; fue después, rememorando los términos de
la entrevista telefónica, cuando nos apercibimos del error cometido, ya que
para nosotros la JUSTICIA, es y continuará siendo, el principal pilar de una
Sociedad Democrática y Social. Es por lo que rogaríamos a la persona que llevó a
cabo nuestra encuesta, tenga a bien rectificar nuestro error, y otorgar a la
JUSTICIA la máxima nota posible.
Significa
para nosotros una verdadera descarga de conciencia, rectificar el lapsus sufrido al
valorar tan insigne Institución. Hemos de reconocer, que en realidad nuestro
error fue involuntariamente cometido, por el hecho de que en el momento de ser cuestionados acerca de la
JUSTICIA, nuestra mente por “deformación”, asoció inmediatamente la pregunta, con
el SISTEMA JUDICIAL de nuestro país, para quien en principio iba dirigida
nuestra original evaluación.
Esperamos
que el nuevo Gobierno de España, y concretamente nuestro nuevo Ministro de
Justicia, apoyado por la Mayoría de escaños de su Partido, será capaz de
emprender las acciones necesarias en nuestro Sistema Judicial, para la
regeneración tanto de su labor como de la imagen del mismo; empezando por
ejemplo con la debida constitución del Tribunal Constitucional, y otras medidas
no menos importantes, con la debida imparcialidad y premura que le está
haciendo falta a nuestro “lento” SISTEMA
JUDICIAL. A nuestro juicio, otra importante y preferente acción a desarrollar
sería, no tirar a la papelera todos los dossiers relativos a robos de gallinas,
peras, manzanas o similares, ya que éstos podrían quedar en “stand by”, para poder
dar debida preferencia a aquellos expedientes que verdaderamente merecen una urgente
atención, tales cuales como caso Palma Arena, Palau de la Música, Aeropuertos
Valencianos y Manchegos, Mercasevilla, Gurtel, Confección de Caballero y Complementos, Malayos,
Comisionistas Especulativo Inmobiliarios, NoosOtros, Financiación Ilegal
de Partidos Políticos, Corruptos Banqueros, Campeones, y un larguísimo etc.,
etc. Relativo a esos asuntos y dicho sea de paso, aconsejaríamos a “inexpertas
becarias”, mamar de esas fuentes, para informarse de cuáles son las verdaderas
causas de la ruina económica y social de nuestro país; les serviría para
alejarse del torpe e inducido demagógico
mensaje del que han empezado a hacer gala; a este respecto empezábamos a
experimentar cierta satisfacción, viendo como empezaban a desaparecer de la
primera escena política, algún que otro mamarracho bocazas, pero lamentablemente, unos
se van, otros vienen y otros se quedan; normal…, no ha dejado de ser un falso espejismo,
¡alguien ha de hacer el trabajo sucio en primera línea, mientras el Boss en la
Retaguardia, permanece calladito como un sueco!.
No señor
Ministro, no nos hemos alejado del tema principal de esta página, el precedente
y pequeño desvío que acabamos de tomar, lo hemos aprovechado porque venía como
anillo al dedo; de todos modos vamos a ir acabando con la importante cuestión
de la que nos estamos ocupando. ¡¡¡Como su señoría puede observar, hay tela que
cortar dentro de su Cartera!!!, que bien cortada, es la ropa que le está
haciendo falta a nuestra JUSTICIA, para
que pueda presentarse “dignamente vestida” ante nuestra Sociedad; si así se
hubiera hecho “tiempo ha”, actualmente no serían necesarios tantos “retoques y
recortes”, con lo cuales tan mal vestidos quedamos, aquéllos que no disponemos
de los medios necesarios para pagarnos un “buen modisto”.
¡Gradúese
bien las gafas señor Ministro, buena falta le va a hacer, para no equivocarse
al observar el justo fiel de la Balanza de la Justicia!. Se le presenta una ocasión excepcional para lucirse personalmente en su Ministerio, con la venia de lobbys económicos, poderes fácticos, y porqué no reconocerlo también políticos.
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