miércoles, 21 de diciembre de 2011

LEALTAD, CLARIDAD, SINCERIDAD Y OBJETIVIDAD


LEALTAD, CLARIDAD, SINCERIDAD Y OBJETIVIDAD

Con frecuencia,  a causa de las circunstancias en que nos vemos envueltos, la diplomacia o el protocolo nos constriñen a hacer un falso uso de las cuatro preciadas virtudes del epígrafe, es decir, mostrar el lado contrario de nuestros verdaderos sentimientos.

De nuestra parte, no va a ser de forma protocolaria, sino con verdaderos sentimientos, que queremos darle la enhorabuena a don Mariano Rajoy, por el éxito alcanzado; de manera anticipada podíamos habérsela dado el mismo día 20N, pero hemos preferido esperar a ver cumplido su Juramento, para resaltar algunos matices de nuestra felicitación en la consecución de ese hecho.

Aquella noche del 20N, en el balcón de la calle Génova, dadas las circunstancias y rodeado de sus más próximos colaboradores, la alegría y contento reflejados en su rostro no pudieron ser más expresivos, hasta se confirmaron con un pequeño salto de colegial, que dado su serio talante, aquel pequeño “bote” no dejó de ser más que sorpresivo; comprensible, porque aunque muchas veces no lo parezcamos, a fin de cuentas todos somos humanos.

Como la inmensa mayoría de nuestros conciudadanos, a través de la caja de colorines, también nosotros observamos su personal estado de ánimo, incluido su tímido saltito en aquel balcón. Respecto a la alegría reinante en aquel mirador, y especialmente la suya, instantánea e instintivamente, nos obligó a hacernos  la siguiente reflexión: “En circunstancias económicas y sociales normales a nivel nacional, sería muy lógico la alegría y contento expresado por ese Grupo y especialmente el de su Líder, pero no acertábamos a comprender tal algarabía, con la descomunal tormenta que se les venía encima. ¿Sería porque no habían tomado conciencia todavía de la situación de nuestro país?. Muy posiblemente esa pudo ser la causa, viviendo afortunadamente apartados de nuestra dura situación económica y social”.

La definitiva confirmación de que tanto nuestra clase política, como jurídica, militar y  eclesiástica, sin olvidar especialmente a los que ostentan el poder económico, es que todo ese aglomerado de clases, no es que estén alejados de nuestra crítica situación económica y social, sino que ni siquiera la están sufriendo en primera persona; vean por ejemplo: ¿qué puede significar para esas clases, que una barra de pan suba cincuenta céntimos, o que el litro de carburante suba otro tanto?, y así sucesivamente con todos los elementos que conforman nuestro IPC ("Incremento" de Precios de Consumo), hasta llegar a las disponibilidades económicas de un “mileurista” o de una subvención de 400 euros, ¡para aquéllos que puedan disponerla, y de otros que ni de eso disponen, que empiezan a ser demasiados!, sin contar los cuatro o cinco millones de personas “tomando el sol”, los siete días de la semana. Señor Rajoy, sortear ese grave problema, y otros no menos importantes educativos, sanitarios y asistenciales, va a ser sin duda la principal, inicial y más comprometida piedra de toque de su Legislatura; por supuesto luego también se presentan los económicos, financieros y jurídicos, así como los derechos y obligaciones que nos unen a la Comunidad Europea.

Con la humilde enhorabuena que le transmitimos por el éxito alcanzado, también le hacemos llegar nuestra esperanza, de que el Juramento expresado por usted en el día de hoy, lo desarrolle en compañía de su “Equipo” con la lealtad, claridad, sinceridad y objetividad, a la que se ha obligado a través de ese contraido Compromiso.

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