miércoles, 26 de octubre de 2011

VERGONZOSAS ESTADÍSTICAS


VERGONZOSAS ESTADÍSTICAS

La invasión de Polonia por parte de Alemania el 01/09/1939, y el ataque japonés a la base naval americana de Pearl Harbor, el 07/12/1941, fueron los detonantes de la Segunda Guerra Mundial. Fueron 6 largos años de demencial lucha, que finalizó en Europa el 08/05/1945, con la rendición del nazismo hitleriano; culminándose el final de la misma el 15/08/1945, con la rendición japonesa, como consecuencia de sufrir dos ataques nucleares norteamericanos, el primero de ellos sobre la ciudad de Hiroshima, el 06/08/145, el segundo sobre la ciudad de Nagasaki, el 09/08/1945. El resultado de ambos ataques, significó la muerte de 140.000 personas en Hiroshima y 80.000 en Nagasaki, la mayor parte de ellos civiles.

Fueron 6 años, exactamente 2155 días, el tiempo que estuvo inmerso nuestro Planeta, en una locura de destrucción material, humana y moral. Oficialmente se estima, que fueron más de 50 millones de personas, las que perecieron directamente a causa de aquella loca contienda, que traducido estadísticamente, significó la desaparición aproximada de 23.200 personas de media diarias, durante aquellos 2155 fatídicos días.

La precedente estadística, quedaría incompleta si no tuviésemos en cuenta las 500.000 bajas (120.000 en retaguardia) sufridas durante la fratricida Guerra Civil Española, iniciada el 18/07/1936 y finalizada el 01/04/1939, un campo de prueba de aquella horrible y  loca maniobra del nazismo hitleriano.

Las estadísticas que acabamos de reflejar, son impresionantes datos históricos, que sin duda no dejarán insensibles, a aquellas personas que los desconozcan, y que inalterablemente permanecerán en el recuerdo de aquellas generaciones, que tuvieron de afrontar y sufrir aquellas tragedias.

No hubiera sido necesario hacer mención de los datos que dejamos expuestos, un pequeño repaso de nuestra Historia Contemporánea nos los puede confirmar; frías estadísticas que nos acercan a aquellos crueles acontecimientos. Si hemos estimado oportuno traerlos a colación, es para establecer una dolorosa comparación, con la siguiente noticia difundida recientemente, en concreto el 17/10/2011, a través de TVE:  “Unas 25.000 personas según la ONU, mueren cada día de  hambre”.  Solamente aquellas personas, que se hayan encontrado en un estado de inanición, pueden comprender el drama humano de esa situación, ¡ con la fortuna de haberlo superado !, no para esas 25.000 que mueren diariamente, la mayoría en su tierna infancia o en el ocaso de sus vidas.

Vean porqué hemos hecho referencia a esos próximo pasados datos históricos; de esas estadísticas se desprende, que el número medio de víctimas diarias de aquellos sacrílegos episodios, fueron aproximadamente 23.200,  actualmente superada, por esa silenciosa y vergonzosa “Pandemia del Hambre”, que en cuanto a víctimas humanas, supera diariamente al de aquella horrible Contienda Mundial; una penosa y dolorosa lucha para quienes la están sufriendo. Insultantes e indignantes estadísticas, que debieran hacer reflexionar muy seriamente, especialmente a cada uno de los miembros del G-20, así como a los componentes del G-178, representantes en suma de los 198 países, que componen el mapa geopolítico del Planeta.

¿Hasta cuándo permanecerán insensibles las conciencias, ante semejantes dramas humanos?. Si los “Señores de este Mundo”,  no asumen la responsabilidad de ese gravísimo problema, será nuestra la obligación y la responsabilidad de exigirles su ineludible atención, a ese vergonzoso e inaceptable drama. ¿Serán capaces esos mandatarios, de integrar en su Agenda un tema tan prioritario, en su próxima reunión de Cannes, o continuarán perdiéndose exclusivamente en los meandros de sus problemas económico financieros, o lo que es peor, esquilmando nuestras arcas públicas, con lamentables conflictos y carreras armamentísticas?. Para que esos “Señores Mandatarios”, puedan constatar la gravedad,  importancia y trascendencia del asunto a debate, les sugerimos, que cada una de sus próximas reuniones, las celebren alternativamente, en cada una de sus invadidas, ultrajadas, expoliadas y destrozadas antiguas colonias.

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