GANARÁS EL PAN......

GANARÁS EL PAN……..

“Ganarás el pan con el sudor de tu frente ”, fue la supuesta sentencia dictada por su Creador, hacia aquella inocente criatura, que osó comer el fruto, de aquel prohibido árbol del bien y del mal. La criatura en cuestión, actualmente se ve absuelta de aquella sentencia, por unas situaciones laborales, que son bastante más complejas, que aquéllas que le impuso su Creador; nuevas condiciones laborales, que aún a su pesar y con soporte oficial, le permiten lastimosamente, comer el pan con el sudor de la frente de su prójimo, y cuando esa ayuda desaparece, con el de sus allegados o filantrópicas organizaciones.

Queda claro, que con la alegoría del precedente párrafo, nos estamos refiriendo a los más de cuatro millones de personas, que en nuestro país pasan los lunes al sol, así como los restantes días de la semana, y en muchos casos de los años.

En vivo, estamos asistiendo a las duras negociaciones en que están inmersos Gobierno, Patronal y Sindicatos, para llegar a los necesarios acuerdos, que marquen las reglas y normas de acción, de una perentoria Reforma Laboral, indispensable para orientar el camino a seguir, tanto para la creación de empleo, como para asegurar el pago de subsidios de paro y pensiones, presentes y futuros, así como la regulación de los Convenios Colectivos. Esperemos y deseemos, que las tres partes negociadoras, hagan gala de la inteligencia necesaria, para alcanzar lo antes posible los acuerdos necesarios, en interés de todas las partes, más, teniendo en cuenta la estrecha interrelación e interdependencia existente entre todos ellos.

Será un verdadero y deseado logro, consensuar esa Reforma Laboral, primer e indispensable etapa, para relanzar nuestra maltrecha economía, reforma que por sí sola, no va a significar más que un balbuciente paso, hacia una recuperación económica, no exenta del inconveniente de otros factores, mucho más importantes que la propia Reforma Laboral, que son la Confianza, la Reestructuración Económica y la Competitividad; son los tres factores clave, que deberían abordarse sin pérdida de tiempo, tras una consensuada Reforma Laboral.

La Confianza, es sin ningún género de dudas, el factor motor que debería impulsar, el desarrollo de la Reforma. La Confianza, solamente podrá ser alcanzada, a través de posturas políticas nacionales, alejadas de intereses partidistas, siendo éstos, los que actualmente están socavando los cimientos de esa Confianza. ¡¡¡Por favor Señorías, sólo se les pide seriedad, civismo y honestidad en sus planteamientos!!!

En cuanto a la Reestructuración Económica, los hechos nos han demostrado, que nuestro país se ha dejado llevar principalmente estos últimos decenios, por el tranquilo y fácil desarrollo del “Dolce Farniente” y del “Ladrillo”, que unido a la caótica Crisis Financiera Internacional, nos ha sumido en el vagón de cola de las economías europeas. Esa situación nos deja planteados graves problemas, prácticamente indisociables, sociales, laborales, políticos, económicos, inmobiliarios, financieros……, que como mínimo, algunos de ellos necesitarán un plazo medio, para su purga y solución. Esperemos que éste y sucesivos gobiernos, tomen buena nota del erróneo camino seguido en el pasado, para orientar nuestra Economía, en un futuro ya presente, hacia sectores más diversificados, de los que se han escogido hasta nuestros días.

Una Reestructuración Económica, apoyada por una eficiente Reforma Laboral, con el decidido apoyo del Capital, serán los elementos básicos, que lograrán sacarnos del marasmo económico en que estamos sumidos, por supuesto desarrollados a través de una honesta y competente acción política y social, que nos permita alcanzar un aceptable nivel de Competitividad, ésta, de por sí ya difícil de lograr, y más teniendo en cuenta las arbitrarias o inexistentes reglas de Libre Comercio Internacional, siendo éste un capítulo, que junto al anárquico Sistema Financiero Internacional existente, distan mucho de favorecer a las economías más débiles; capítulos que a nivel mundial, necesitarían una seria y profunda regulación, amparada por éticos acuerdos internacionales. En ese sentido y a nivel global, el “G-20”, podría demostrarnos de una vez por todas, que puede servir para algo verdaderamente útil. ¿Durante cuánto tiempo, continuará la madre del cordero, abandonando a su lechal, mientras ella pace a sus anchas los verdes pastos?.



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