LA DEUDA PÚBLICA MUNDIAL

 

LA DEUDA PÚBLICA MUNDIAL

Alexis Tsipras, fue sin duda uno de los primeros Primeros ministros europeos que, tras la importante Crisis financiera del 2008 ( provocada por la explosión de la “Burbuja Inmobiliaria”, un “subproducto” de la Gran Banca mundial), comprendió la necesidad de hacer frente a aquella sorpresiva situación, como resultado de la codiciosa especulación creada por la Banca mundial.

Tsipras, como no pocos responsables políticos de distintos países europeos, supo comprender el engaño provocado por la codiciosa especulación inmobiliaria de la Banca mundial, y con todo conocimiento de causa intentó hacerle frente, pero comprendió que estaba luchando contra un poderoso Sistema económico, que sólo por el hecho de intentar hacerle frente, lo colocaba tanto a él como a su Pueblo entre la espada y la pared, incapaces de hacer frente a su Deuda Pública, ya que sólo una coalición de todos los países afectados por aquella engañosa especulación, les hubiera dado la posibilidad de enfrentarse con éxito a aquel engaño especulativo financiero provocado por la Gran Banca mundial.

Así vemos que, lamentablemente las secuelas de aquella delictiva especulación, de la cual ha salido exclusivamente y paradójicamente beneficiada esa especulativa Banca (no podía ser menos), triste y lamentable situación que continuamos arrastrando con nuestra Deuda Pública, a la que se suman los perjuicios de otras Pandémicas Crisis, lo que ha situado a la mayoría de los casi 200 países que conforman el mapa político mundial actual, con Deudas Públicas muy superiores a su Producto Industrial Bruto, que los coloca en una virtual “Quiebra Técnica”, que prácticamente sólo les será posible superar, con la explosión de una “Burbuja Financiera Mundial”. Comprometida muy comprometida se vislumbra la situación financiera de este Mundo, cuya Deuda Pública también supera de largo su PIB.

Verdaderos economistas (muy diferentes de los habidos hasta la fecha) habrá de tener el Mundo que, sean capaces de superar nuestro oscuro horizonte financiero y sus secuelas sociales, producto de, “haber vivido por encima de nuestras posibilidades”, según nos recrimina nuestro antisocial y delictivo Sistema económico.