LA JUSTICIA ESPAÑOLA LLAMADA AL ORDEN

 

LA JUSTICIA ESPAÑOLA LLAMADA AL ORDEN

Provoca indignación y vergüenza ajena, que haya de ser el “COMITÉ DE DERECHOS HUMANOS DE LA ONU”, quien llame al Orden a la “Justicia Española”, en un caso tan relevante como el acaecido hace 12 años, fallado en contra del Juez Baltasar Garzón. Un caso que en sus inicios ya se vislumbró como otra “cacicada” de nuestro ORGANISMO SUPERIOR DE JUSTICIA, como otros tantos acaecidos, y que continuarán sucediéndose hasta que, nuestro CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL no sea democráticamente renovado; el fallo de este caso y tantos otros semejantes, se comprenden muy claramente por el hecho de que, EL TRIBUNAL DE ORDEN PÚBLICO FRANQUISTA se disolvió en 1977, cuyos 16 miembros al siguiente día, 10 de ellos pasaron a la AUDIENCIA NACIONAL y seis al SUPREMO. Una situación judicial inamovible desde entonces, que justifica el PODER JUDICIAL FRANQUISTA FASCISTA que continúa imperando en España , representado durante 37 años por una marioneta monarquía, defendida por un hermanado BIPARTIDISMO, cuya corrupción y la de todos los gobiernos que la han defendido (tanto nacionales como regionales), la condenó a su propio fracaso, sucedida por su propia Dinastía, para un obligado lavado de imagen, con el objeto de darle al Pueblo la impresión de un total Cambio de rumbo político, económico y social, sin que nada cambiase bajo esos tres importantes factores ejecutivos. Si bien en favor del Pueblo español, se puede romper una importante lanza, por el hecho de haberse sabido dar un “GOBIERNO PROGRESISTA”, que a duras penas intenta introducir algún Cambio ejecutivo, bajo la constante, dura, sucia y bronca presión de ese inveterado y OMNIPRESENTE PODER OLIGÁRQUICO FASCISTA FRANQUISTA.

PODER que a toda costa intenta mantener su “digno heredero”, el PARTIDO POPULAR (secundado por notables restos socialistas de aquel BIPARTIDISMO y otros partidos ultra conservadores), vetando con su voto la necesaria renovación del CONSEJO GENERAL JUDICIAL (necesario cambio para conseguir una obligada SEPARACIÓN DE PODERES), intacto en su orientación y tendencia fascista, desde la disolución de aquel TRIBUNAL DE ORDEN PÚBLICO FRANQUISTA.