DELICTIVAS BANDAS POLÍTICAS
No será novedad para ningún mortal, especialmente en España, tener conocimiento de las actuaciones, relativas a esas bandas, especialmente creadas para delinquir. Hasta que su saqueo, ha prácticamente llegado al límite de sus posibilidades, diariamente y como consecuencia de la nefasta herencia, de los usos y costumbres de aquella Dictadura militar fascista, nuestro desayuno informativo diario, siempre ha estado adobado por alguna importante noticia, relativa al penal proceder de esas delictivas bandas, de las cuales, desde el nivel más alto institucional, hasta el más pequeño rango municipal, sólo la posible excepción que confirme la regla, ha podido escapar de su bien creado proceder delictivo.
Sin temor a equivocarnos, y menos a manifestarlo, los españoles podemos sentirnos orgullosos de nuestra resiliencia política, manifestada desde aquella Dictadura hasta nuestros días, y especialmente durante estas dos últimas décadas, donde la corrupción sin límites de un degenerado Bipartidismo, ha colocado la corrupción como nuestro estandarte nacional, recalcando llevada a cabo, desde el más alto nivel institucional, al más bajo de ellos.
Ahora que las ubres de la vaca están totalmente agotadas, a los restos de aquellas desalmadas bandas, ya sólo les resta la opción de disputarse, el pringoso Poder político, porque de algo tienen el derecho a sobrevivir, un ejercicio de esa disputa, que por cierto la están desarrollando, de la forma más cínica, hipócrita y demagógica, que imaginar se pueda, que comparada con la paciencia y resiliencia, que todos y cada uno de los españoles estamos soportándolos, diríase que hemos perdido completamente nuestros cinco sentidos, especialmente el de la vista y el oído.
Fueron de dominio público, las supuestas manifestaciones del ex Honorable de la página adjunta, alardeando que si iba a prisión por los hechos que se le imputaban, “haría saltar la Democracia en España”; pero cabe preguntarse, ¿de qué clase de Democracia estaba hablando ese “buen hombre”?, estamos sin duda todos los españoles de acuerdo con él, para que saltase definitivamente por los aires, su pregonada Democracia, porque los casos de las cunetas son de suma importancia, pero esos casos y tantos otros, nunca tendrán resolución, hasta que esa maldita Democracia, no se rompa en mil pedazos, para lo cual sólo cabe una fórmula, “QUE LA JUSTICIA SIN EXCEPCIÓN SEA IGUAL PARA TODOS”. Hasta que en este país, no hayamos llegado a ese punto, será porque todos los españoles, además del de la vista y el oído, hemos perdido el más importante de los sentidos, el sentido común.
No será novedad para ningún mortal, especialmente en España, tener conocimiento de las actuaciones, relativas a esas bandas, especialmente creadas para delinquir. Hasta que su saqueo, ha prácticamente llegado al límite de sus posibilidades, diariamente y como consecuencia de la nefasta herencia, de los usos y costumbres de aquella Dictadura militar fascista, nuestro desayuno informativo diario, siempre ha estado adobado por alguna importante noticia, relativa al penal proceder de esas delictivas bandas, de las cuales, desde el nivel más alto institucional, hasta el más pequeño rango municipal, sólo la posible excepción que confirme la regla, ha podido escapar de su bien creado proceder delictivo.
Sin temor a equivocarnos, y menos a manifestarlo, los españoles podemos sentirnos orgullosos de nuestra resiliencia política, manifestada desde aquella Dictadura hasta nuestros días, y especialmente durante estas dos últimas décadas, donde la corrupción sin límites de un degenerado Bipartidismo, ha colocado la corrupción como nuestro estandarte nacional, recalcando llevada a cabo, desde el más alto nivel institucional, al más bajo de ellos.
Ahora que las ubres de la vaca están totalmente agotadas, a los restos de aquellas desalmadas bandas, ya sólo les resta la opción de disputarse, el pringoso Poder político, porque de algo tienen el derecho a sobrevivir, un ejercicio de esa disputa, que por cierto la están desarrollando, de la forma más cínica, hipócrita y demagógica, que imaginar se pueda, que comparada con la paciencia y resiliencia, que todos y cada uno de los españoles estamos soportándolos, diríase que hemos perdido completamente nuestros cinco sentidos, especialmente el de la vista y el oído.
Fueron de dominio público, las supuestas manifestaciones del ex Honorable de la página adjunta, alardeando que si iba a prisión por los hechos que se le imputaban, “haría saltar la Democracia en España”; pero cabe preguntarse, ¿de qué clase de Democracia estaba hablando ese “buen hombre”?, estamos sin duda todos los españoles de acuerdo con él, para que saltase definitivamente por los aires, su pregonada Democracia, porque los casos de las cunetas son de suma importancia, pero esos casos y tantos otros, nunca tendrán resolución, hasta que esa maldita Democracia, no se rompa en mil pedazos, para lo cual sólo cabe una fórmula, “QUE LA JUSTICIA SIN EXCEPCIÓN SEA IGUAL PARA TODOS”. Hasta que en este país, no hayamos llegado a ese punto, será porque todos los españoles, además del de la vista y el oído, hemos perdido el más importante de los sentidos, el sentido común.
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