jueves, 28 de diciembre de 2017

UNA JUSTA JUSTICIA

UNA JUSTA JUSTICIA (Bien valida la redundancia)

La extraña benevolencia con que “La Justicia española” trata a delincuentes, categoría VIP, escapa totalmente a mi comprensión y aceptación, no sólo respecto a su clase política y social, sino también respecto a sus extraordinarios delitos, sean éstos de tipo monetario, fiscal, económico…, etc.

En cuanto a la mencionada benevolencia, estamos constatando una regular actuación judicial respecto a esos significados delincuentes, que lejos de mejorar el clima social, sólo contribuye a su enrarecimiento; un caso aislado de esas actuaciones, podría ser circunstancialmente justificable, pero que se adopte como regla general para con todos ellos, resulta evidentemente alarmante para la Sociedad.

Así estamos viendo, que tanto a nivel de presidentes políticos, como ministros, secretarios, simples regidores de municipios…., etc., algunos de ellos incluso convictos delincuentes, apenas han cruzado la puerta de la prisión, sea a través de indultos o pago de fianzas, se libran de su bien merecida condena; lo que a ese respecto, el trato judicial que se les aplica, comparado con el que se les condena a “vulgares choricillos”, media todo un abismo, ya que éstos por simple que haya sido el robo de una “gallina”, o la compra-venta de un “gramo de hachis”, deben cumplir enteramente su condena, mientras que esos ”VIP”, soltando medio millón o más, de las decenas o centenas de millones robados, escapan de su condena, para disfrutar de la fortuna que todavía les resta por esos ”Paraísos”, la pagada fianza, el “chocolate del loro”, habida cuenta de su importante y delictivo Patrimonio; fianza imposible de pagar por el vulgar choricillo, habida cuenta de su bien o mal digerida “gallina”, o mal o bien vendido  “porro”(excluimos de esa categoría de comerciantes, a los destacados representantes de los cartels de la droga).

Nuestra Justicia nos parecería más justa (valga la redundancia), no ya aplicando la pena de muerte, o amputando la mano o dedos, como se ejecuta en ciertos países, por los graves delitos económicos cometidos por esos destacados personajes, pero sí inexcusablemente su permanencia en la cárcel, hasta la última fecha de su condena, con la única posibilidad de la concesión de una disminución de esa pena, bajo la íntegra restitución de todo 
lo robado. Sinceramente creo, que cualquier Jurado Popular, acabaría dictando esa sentencia, con vistas a la regeneración moral de una corrupta Sociedad.

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