VENEZUELA y OTROS
Si somos honestos y sinceros, hemos de reconocer sin lugar a
ningún género de duda, que son las Oligarquías nacionales y el Sistema en su
conjunto, quienes manejan los hilos políticos y económicos de cualquier país, y
con mucha más facilidad sobre aquéllos, que debido a sus endémicos avatares
políticos, no gozan de las mínimas estructuras institucionales, debido a sus
constantes vaivenes gubernamentales, de cuyo caso concretamente en el
Continente americano, no escapa ningún país comprendido entre el río Grande y
La Patagonia.
Así estamos viendo, como actualmente en Venezuela, al igual
que ha sucedido precedentemente con otros países del Continente, su Oligarquía
asesorada por el delictivo Sistema, que tiene sometida bajo su influjo a toda
la Humanidad, no dudan en intervenir conjuntamente para cercenar cualquier
avance social, que pueda suponer la más mínima pérdida de su directa influencia
política y económica , para preservar sus delictivos “derechos”. No es otra la
situación en cualquiera de los estados americanos, como lo es lamentablemente
en el resto de cualquiera de los países
del Planeta; una injerencia extranjera muy fácil de desarrollar, debido a la
debilidad y corrupción institucional de la mayoría de los países del mapa geopolítico
mundial.
Visto lo expuesto hasta esta frase, cabe preguntarse, ¿qué narices
de derecho pueden otorgarse tanto EE.UU. como España u otros países, para
inmiscuirse en los asuntos internos de otros, cuando fehacientemente por
ejemplo, cualquiera de los dos citados tienen políticamente, socialmente y
económicamente tanta basura interna y problemas, como esos descoordinados
países, éstos con la disculpa y justificación, de que la totalidad de sus
problemas, provienen principalmente de las bárbaras y desmesuradas colonizaciones
y explotaciones, que han sufrido de la parte de los llamados países del “Primer
Mundo”.
Otro gallo le cantara a este desquiciado Mundo, si todos los
recursos que emplea su delictivo Sistema, para someter y controlar el Planeta,
se emplearan para la Educación y el Bienestar Social de sus pobres y míseras
gentes. Erróneo camino el que se empeñan en continuar siguiendo esos fácticos
Poderes económicos, que supinamente y de tal manera, están cavando su propia
tumba, arrastrando consigo a toda la Humanidad.
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