UN CAMBIO
INTEGRAL
Si se
efectuase un sondeo entre toda la población mundial, con toda seguridad la
inmensa mayoría, se inclinaría por un rápido y radical cambio de modelo
político y económico, excepto una pequeña minoría, aquélla que favorecida por
una oportunista situación política o
económica está gozando de un status privilegiado, que le permite vivir ajena a
la lamentable e insostenible Crisis que está sufriendo la mayoría de la
Sociedad.
La disección
económica, política y social imperante en todos los países del Planeta,
guardando distancias y parámetros, es un repetitivo panorama mundial.
Exceptuando esa apoltronada y acomodada minoría a la que hemos hecho
referencia, defendiendo a ultranza su posición, temerosa de perder sus
delictivos privilegios, no cabe la menor duda de que el resto de los mortales,
estamos deseando un profundo cambio, que permita el establecimiento de un Nuevo
Orden Mundial en beneficio de toda la Humanidad, incluida esa minoría, que
irreflexiva, equivocada y egoístamente está salvajemente imponiendo un
equivocado e inhumano Sistema.
Cuando se
conoce el origen y la causa de una enfermedad, el remedio suele y debe ser el
mismo para todos los pacientes. Dentro del mal llamado “Primer Mundo”, España
es sin ningún género de duda, el país que con mayor intensidad está sufriendo y
continuará sufriendo durante largo tiempo, las graves consecuencias de una
mundial pandemia económica y social, generada en nuestro caso, durante y a
partir de una nefasta Dictadura, y especialmente durante los últimos veinte
años, bajo la dirección de incompetentes y corruptos políticos y banqueros, que nos ha abocado a la
lamentable, insostenible e inaceptable situación económica, política, social y
judicial en que nos encontramos actualmente.
Graves
enfermedades requieren serios remedios; en el caso de nuestro país, como
dejamos expuesto y en todas sus Instancias, los hechos nos están palpablemente
demostrando, que poco o nada de ellas es aprovechable; tanto perdure ese estado
de cosas, tanto durará y continuaremos sufriendo una detestable e insufrible
situación.
No estamos
propugnando una revolución “robesperiana”, muy lejos de ahí, estamos clamando
por una profunda concienciación nacional, para adoptar las serias y perentorias
medidas que le están haciendo falta a nuestro país, para salir del marasmo en
que nos encontramos; para la aplicación de esos remedios, precisamos de una indispensable y decidida
concienciación y determinación popular, para impulsar los precisos cambios, que
nos permitan una total regeneración de nuestros tejidos políticos, económicos,
sociales y judiciales, faltos de lo cual continuaremos bajo la égida de una
violada Constitución y una falsa Democracia.
En una
verdadera Democracia todas sus Instituciones tienen una importancia vital;
lógicamente las Instituciones políticas tienen una función preponderante, son
el punto de partida del Sistema como Poderes legislativos y ejecutivos; como
tales y desde largos decenios, de ahí parte el principal fallo de los cimientos
de nuestro Sistema Político, sometido durante 40 años a una férrea Dictadura
Militar, continuada con la imposición dictatorial de una inconstitucional
Monarquía, confirmada después por nuestra actual Constitución, pero teniendo en
cuenta , que ésta fue pergeñada y redactada bajo la influyente presión política
de una “desaparecida Dictadura”. Es por lo que, como punto de partida para la imperativa
regeneración política de nuestro país, se requiere la indispensable abolición
del falso Régimen Monárquico que se nos impuso, para dar paso a un Sistema
Político democráticamente elegido, así como la abolición de todos los Partidos
Políticos existentes, para que por medio de un nuevo Sistema de Comicios,
recomendable desarrollarlo a través de listas abiertas, nos permita elegir a
los verdaderos representantes del Pueblo, alejados del corrupto Sistema actual,
sometido a un vergonzoso y perenne gremialismo, nepotismo o amiguismo.
No sería una
labor fácil la que estamos propugnando, pero tampoco imposible, es la única y
principal vía que le queda a nuestro país, para iniciar una nueva etapa de
regeneración política, económica, social y judicial, indispensable para
recuperar una perdida identidad moral a nivel individual, nacional e
internacional. Los lobbys económicos y otros poderes fácticos, serían los
primeros obstáculos que íbamos a encontrar en ese difícil camino, pero que
también piensen esos negativos Poderes, que caso de que no empiecen a colaborar
con nuestra labor, tampoco ellos van a librarse de un desastre universal. Somos
nosotros, quienes debemos “ayudarles” a salir de la ofuscación que les provoca
su enfermiza codicia, bastará para ello una decidida determinación de nuestra
parte, recordemos que Gandhi se valió de una sencilla túnica, para derrotar a
todo un Imperio Británico; pueden semejar una utopía nuestros pensamientos,
nosotros no lo creemos así, la verdadera utopía consiste en creer que nuestro
actual sometimiento, no tiene soluciones inteligentes.
A tí...., ¿qué opinión te merece el cambio integral que proponemos, lo crees de alguna utilidad, o lo consideras innecesario?. Una pequeña crítica, negativa o positiva, ambas serán bien recibidas, servirá para orientarnos hacia dónde van los tiros en este país.
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A tí...., ¿qué opinión te merece el cambio integral que proponemos, lo crees de alguna utilidad, o lo consideras innecesario?. Una pequeña crítica, negativa o positiva, ambas serán bien recibidas, servirá para orientarnos hacia dónde van los tiros en este país.
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