EL CABALLERO DE LA TRISTE FIGURA
¡¡¡ En cuántas ocasiones he pensado el número de veces que lo tengo leído, y en cuántos momentos como éste pienso que, no he leído nunca a mi admirado caballero !!!, desde mi temprana juventud su historia en mis manos con un volumen editado en 1905, con auténtica narrativa cervantina, impreso por Editorial “Saturnino Calleja”, S. A., año 1876; ejemplar heredado de mis abuelos paternos como modelo expreso de libro escolar, que lamentablemente no ha ejercido tal función educativa desde entonces, y mucho menos desde este último medio siglo, suplantado por nuestra “moderna tecnología”, transformadora del ser humano en un perfecto robot, al “exclusivo servicio” de un amorfo Sistema social, consumista, narcisista, hedonista, completamente alejado de sus naturales orígenes humanos que lo impelen a desenvolverse en la vida, como “pollo sin cabeza”, todo ello debido al hecho de haber apartado de su vida, la serie de “caballeros andantes” que durante nuestra vida han transitado junto a nosotros, lo cual viene a confirmar una de las últimas etapas del ser humano, advertida por uno de esos ejemplares caballeros, “El día que la Tecnología sobrepase al ser humano, la Humanidad sólo podrá ofrecernos una generación de idiotas”.
¡¡¡ Y cuánta razón advertida !!!, ya que si tenemos en cuenta los prácticos avances de nuestra moderna Tecnología, no sería absolutamente necesario esclavizar al ser humano, durante 7 u 8 diarias, o muchas más como suele ocurrir, ya que con un mínimo de horas, incluso no superando las 4, nuestro actual PIB (Producto Industrial Bruto) tanto local, como regional, nacional o mundial, haciendo inteligente uso de esa Tecnología, podría incluso superarse, poniendo en práctica nuestra supuesta Inteligencia al servicio de esa Tecnología”, hecho que aumentaría notablemente nuestro Bienestar Social, y tiempo más que suficiente, para nuestra Educación y nuestra Cultura, con la segura sobre producción de nuestra Riqueza, lógicamente y obligatoriamente socialmente bien distribuida. Paradigmática verbigracia: Simplemente conquistando nuestro nuestro Planeta, en lugar de intentar la de otros antes que el nuestro, o entre otras conquistas, conseguir especialmente que la Razón o el verdadero Amor humano (tanto físico como espiritual), se sobreponga al estúpido egocentrismo que caracteriza nuestra actual Civilización, excesivamente especializada en una vana “Destrucción”, donde ya sólo le queda la oportunidad de levantarse sobre sus “Cenizas”.
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