DOS FLUCTUANTES PANDEMIAS
Parecen haberse contagiado mutuamente, muy semejantes las dos a una “montaña rusa”, lógicamente haciendo referencia a la POLÍTICA y a la SANITARIA.
Aun teniendo la firme esperanza de que, podemos y debemos vencer ambas, siendo tan constantes las oscilaciones que van sufriendo las dos, sus desesperantes estadísticas, montaña arriba, montaña abajo, hace cundir la confusión y el abatimiento entre la población de nuestro país, y no menos a nivel mundial.
Ambas pandemias están rodeadas por extraños halos, la Política por un iridiscente aro de tipo social y la Sanitaria por un misterioso aro de tipo científico. Se revela indiscutible, que para hacer frente con toda garantía a las dos pandemias, de entrada, deberíamos conocer perfectamente la etiología o el origen de las mismas, con un claro y preciso conocimiento científico de su actual estado, de cuyo conocimiento sus expertos están todavía muy alejados. Una circunstancia que obliga a esos expertos, a dar continuamente “palos de ciego” para combatir ambos males.
Resulta evidente que, a pesar de los extraordinarios avances científicos alcanzados, a la hora de juzgar y sentenciar los responsables, de la caótica situación en la que nos tienen sumidos ambas pandemias, debemos exclusivamente señalar la estupidez del ser humano, que habiendo superado los períodos, paleolítico, neanderthal y medieval, con sus extraordinarios avances científicos, se ha auto colocado a la altura de los “dioses”, pero que desde el punto de vista moral y humano ha retrocedido a la altura de aquellos lejanos tiempos. Albert Einstein predijo perfectamente nuestra actual situación, “Temo el día en que la Tecnología sobrepase nuestra humanidad. El Mundo sólo tendrá una generación de idiotas”, y…, ¡¡ vaya que sí los tiene, de cualquier condición o clase !!
Moraleja: Para superar nuestra caótica y estúpida situación actual, sólo nos resta una solución, pongamos de preferencia en valor, nuestra Inteligencia con sus intrínsecas virtudes éticas y morales, de lo contrario continuaremos involucionando hasta la altura de aquellos primitivos tiempos.
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