DESIGUALDADES
Las
desigualdades que desde la aparición del “homo sapiens”, se
vienen manifestando sobre la Tierra entre el género masculino y
femenino, aquéllos que intenten justificarlas o mantenerlas
consciente o inconscientemente, dentro de cualquier moderna Sociedad
sea, sobre la base de ancestrales costumbres patriarcales , sobre la
estirpe del individuo, sobre un patrón político conservador, y en
líneas generales sobre cualquier pensamiento de tipo material o
moral, no solamente están cayendo en un grave error, sino que
además, están vulnerando el artículo primero de la Declaración
Universal de Derechos Humanos, “Todos los seres humanos nacen
libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de
razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con
los otros”, pero lamentablemente, incluso si en ese sentido
intentásemos tomar como patrón de conducta o ejemplo, a cualquiera
de los países integrados dentro del Primer Mundo, veríamos y se
vendría a confirmar, que en todos ellos se viola el primero de los
artículos de esa Declaración Universal de los Derechos Humanos y,
no menos violados la mayoría de los artículos que siguen a ese
primero.
Se
trata por lo tanto de una gigantesca labor, la que se debe realizar a
lo largo y ancho de este Mundo, ya iniciada por las mujeres, como
principales perjudicadas de los derechos amparados por esa
Declaración Universal, una labor que a ellas incumbe principalmente
su desarrollo, que mucho más efectivo será para ellas ese trabajo,
con el obligado apoyo del
Mundo varonil.
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