CÁBALAS
POLÍTICAS
Que
sean cábalas, vaticinios, suposiciones u otras conjeturas, ¿cuál
de los mortales de este país, se atrevería a diagnosticar, el
momento y la forma que España, pueda recuperar una general
estabilidad, que le permita superar su miserable situación política,
económica y social actual?.
Por
supuesto, que ni el más prestigioso de los videntes o tarotistas,
sería capaz de engañarse a sí mismo, para dar respuesta al
insolucionable problema político español actual, provocado
principalmente, por la incompetencia y corrupción de la totalidad de
los gobiernos habidos durante una falsa Transición franquista, que
son también los principales responsables, junto con los no menos
incompetentes y corruptos gobiernos comunitarios, de las peligrosas
derivas nacionalistas regionalistas.
Arriesgándonos
a vaticinar cuál puede ser el momento y la forma del total Cambio
político e institucional que necesita el país, para recuperar una
aceptable estabilidad política y social, sólo un imparcial
razonamiento político puede conducirnos a una vía de salida de
nuestra lamentable, negativa y confusa situación actual.
Para
desarrollar ese imparcial razonamiento del necesario Cambio que debe
operarse, debe ser el Pueblo el principal actor del mismo, provisto
del mínimo e indispensable bagaje cultural político, para que no
sea como hasta el presente viene sucediendo, que acude a las urnas en
su mayoría guiado por primitivos y viscerales sentimientos,
completamente alejados de la verdadera Política, siendo esa la
principal causa de nuestra pasada y presente calamitosa situación
política y social actual. La única solución posible alcanzable,
que puede aportarle el necesario control político de los
representantes políticos por Él elegidos, para garantizarse su
Bienestar Social y el respeto de su Dignidad y Soberanía, durante
ocho largas décadas, violadas y prostituidas por indignos gobiernos,
será cuando Él y solamente Él, provisto de ese indispensable e
imparcial bagaje cultural y político, le permita desarrollar ese
democrático y saludable razonamiento, como única salvaguarda de su
inviolable Destino.