UNA JUSTA
JUSTICIA (Bien valida la redundancia)
La extraña
benevolencia con que “La Justicia española” trata a delincuentes, categoría
VIP, escapa totalmente a mi comprensión y aceptación, no sólo respecto a su
clase política y social, sino también respecto a sus extraordinarios delitos,
sean éstos de tipo monetario, fiscal, económico…, etc.
En cuanto a
la mencionada benevolencia, estamos constatando una regular actuación judicial
respecto a esos significados delincuentes, que lejos de mejorar el clima
social, sólo contribuye a su enrarecimiento; un caso aislado de esas
actuaciones, podría ser circunstancialmente justificable, pero que se adopte
como regla general para con todos ellos, resulta evidentemente alarmante para
la Sociedad.
Así estamos
viendo, que tanto a nivel de presidentes políticos, como ministros,
secretarios, simples regidores de municipios…., etc., algunos de ellos incluso
convictos delincuentes, apenas han cruzado la puerta de la prisión, sea a
través de indultos o pago de fianzas, se libran de su bien merecida condena; lo
que a ese respecto, el trato judicial que se les aplica, comparado con el que
se les condena a “vulgares choricillos”, media todo un abismo, ya que éstos por
simple que haya sido el robo de una “gallina”, o la compra-venta de un “gramo
de hachis”, deben cumplir enteramente su condena, mientras que esos ”VIP”,
soltando medio millón o más, de las decenas o centenas de millones robados,
escapan de su condena, para disfrutar de la fortuna que todavía les resta por
esos ”Paraísos”, la pagada fianza, el “chocolate del loro”, habida cuenta de su
importante y delictivo Patrimonio; fianza imposible de pagar por el vulgar
choricillo, habida cuenta de su bien o mal digerida “gallina”, o mal o bien vendido “porro”(excluimos de esa categoría de
comerciantes, a los destacados representantes de los cartels de la droga).
Nuestra
Justicia nos parecería más justa (valga la redundancia), no ya aplicando la
pena de muerte, o amputando la mano o dedos, como se ejecuta en ciertos países,
por los graves delitos económicos cometidos por esos destacados personajes,
pero sí inexcusablemente su permanencia en la cárcel, hasta la última fecha de
su condena, con la única posibilidad de la concesión de una disminución de esa
pena, bajo la íntegra restitución de todo
lo robado.
Sinceramente creo, que cualquier Jurado Popular, acabaría dictando esa
sentencia, con vistas a la regeneración moral de una corrupta Sociedad.