UN PAÍS
SOÑADO
¡¡Y quien
dice un país, porqué no un Planeta deseado!!
La triste efeméride
del luctuoso suceso, ocurrido tal día como hoy, 5 de agosto, uno de los muchos
y lamentables episodios ocurridos en nuestro país, todos ellos consecuencia de
un fratricida conflicto, que sin cese se
manifiestan por doquier, nos obliga a reflexionar acerca de la cierta posibilidad,
de la regeneración del pensamiento y conducta humana, que nos permita disfrutar
de nuestra existencia sobre la Tierra, de la única misión para la cual en
principio deberíamos ser llamados, disfrutar de una vida digna; y lo cierto es que disponemos de los medios
naturales y humanos para conseguirlo, y no con agotadores esfuerzos, sino con un verdadero placer desarrollando esa labor, o
acaso a alguien puede importunarle el cometido de ver, observar y disfrutar del
trabajo, del cual es partícipe en la consecución de una bella obra?; todo ello
por supuesto, poniendo en valor la supuesta inteligencia y raciocinio con los
que hemos sido dotados
Deberíamos
considerar, que con la ejecución de esa edificante y gratificante labor, con la
voluntariosa, alegre, desinteresada y edificante colaboración de los 7500
millones de conciudadanos que habitamos el Planeta, podríamos incluso
prescindir de las nuevas tecnologías, para la reedificación de nuestra
maltrecha morada con un “trabajo artesanal”, aplicándonos cada uno de nosotros
sosegada y felizmente en esa singular labor, para devolverle a nuestra morada
el inimaginable esplendor que un día nos ofreció.
Para
atacarnos a esa Obra, deberíamos empezar pensando, que aun pareciéndonos algo
utópico, la sencillez de ese Trabajo resultaría gratificante y estimulante,
para empezar partiendo de la base de nuestro sagrado respeto por el Medio
Ambiente que nos acoge, actualmente llevado al límite de lo soportable; otro importante
factor, sería considerar los límites de explotación de nuestros Recursos
Naturales, sobradamente suficientes para atender como mínimo las necesidades del
doble de nuestra actual población. Así vemos, que en cuanto a las posibilidades
materiales del retorno a aquel Paraíso, con la regeneración de nuestro actual
entorno, no significa ninguna utopía, sino una perfecta posibilidad.
Considerada
la real posibilidad y la aceptación de los sencillos y naturales medios materiales
y humanos de los que disponemos, sólo restaría considerar lo que sin duda sería
el factor más importante, para llevar a cabo ese sencillo, natural y humano Proyecto
Material, factor que obviamente no puede ser otro, que aquél de cambiar radical
y tajantemente, nuestro estúpido, vano, egoísta,
egocéntrico……., pensamiento y acción, producto de la embuída y errónea
Educación, transmitida de padres a hijos desde la noche de los tiempos hasta
nuestros días, cada día más feroz, insolidaria, competitiva y consumista, para
transformar nuestro destructor y negativo pensamiento actual, por una solidaria
y humana unidad de acción, donde los límites y fronteras, estarían marcados por
el respeto de la parcela de nuestro prójimo. Se trataría en suma, de una labor
que de nuevo repetimos está tan alejada de la utopía, como más cercana del verdadero sentido de nuestra Existencia sobre
este Mundo, del cual somos la excepción, en cuanto a la perfecta armonía reinante en el Cosmos
conocido. (Las "trece rosas")
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