LA REPÚBLICA
“Causa
pública, el común o su utilidad”; ese uno de los varios conceptos que la Real
Academia de la Lengua, le asigna al vocablo República, y que personalmente he
escogido, creyendo que es el más apropiado, para asimilarlo a la forma de Gobierno,
sólidamente instalado, en lo que otrora fueron firmes bastiones fascistas, caso
de Alemania, Italia y Japón, excepto el caso japonés donde perdura el Sistema
Imperial; teniendo en cuenta que fue necesario el sacrificio de 55 millones de
vidas humanas (25 millones militares y 30 civiles, sin contar el exterminio de
5 millones de judíos), para acabar con aquel peligroso fascismo, que amenazaba
todo el Planeta. A esos 60 millones de seres humanos sacrificados, en la
llamada Segunda Guerra Mundial, cabría añadirle medio millón más, que
previamente a aquel horrible episodio, fue el número de vidas humanas
sacrificadas en nuestro país, como desarrollo de una guerra civil, para la
consolidación del eje fascista Madrid-Berlín-Roma, del cual sólo el ángulo español,
quedó a salvo de aquella costosa derrota, cuyas raíces fascistas continúan todavía desarrollándose
vigorosamente en nuestro país.
Lastimosa es
la historia de las dos repúblicas instauradas hasta el presente en España,
cuyos aires decididamente no son en absoluto de la conveniencia de nuestra “Oligarquía
y Derivados”, certificado por la corta prolongación de las mismas; así vemos
como la primera instaurada con la renuncia al trono del rey Amadeo I, el
11-02-1873, acabó el 29-12-1874, con el pronunciamiento del general Martínez
Campos, que dio comienzo a la restauración de la monarquía borbónica; un total
de 686 días fue la duración de nuestra primera República!!.
La segunda
experiencia republicana de España, se inició el 14 de abril de 1931 en sustitución
del rey Alfonso XIII, República que prácticamente terminó aquel 18 de julio de
1936 con un levantamiento militar fascista, abanderado por Francisco Franco
Bahamonde, y que oficialmente terminó el 1 de abril de 1939, con la
instauración de una Dictadura Militar, presidida por el golpista militar que la
derrocó, con el notable apoyo del eje fascista de aquel tiempo Berlín-Roma,
cuyo derrocamiento constituyó y sigue constituyendo, el episodio contemporáneo
más trágico de nuestra Historia Moderna, fiel y duramente recordado y vivido
por los pocos que todavía perviven, y tuvieron de soportar aquel horrible y
terrible episodio, de los cuales formo parte.
Si hoy 14 de
abril de 2017, he creído conveniente resumir la historia de nuestras dos
efímeras Repúblicas, ha sido por resaltar y traer al recuerdo aquel estéril
sacrificio de 500.000 conciudadanos, tanto civiles como militares, que
perdieron la mayoría de ellos inútil y cruelmente sus vidas en defensa de sus
ideales, de los cuales un buen número yacen todavía olvidados en fosas comunes,
sin que se les haya otorgado hasta el momento,
el honor de reposar sus restos en el lugar debido, bajo el
reconocimiento de sus más allegados, cuyo respetuoso recuerdo merece ese
obligado tributo.
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