miércoles, 20 de junio de 2012

ROTUNDA Y CONTUNDENTE POSTURA


·         POSTURA ROTUNDA Y CONTUNDENTE


Hemos de reconocer lo lamentable que resulta, constatar el grado de degradación en que se encuentra nuestra Sistema Judicial; si ya era harto significativa la situación en que se encuentra el Tribunal Constitucional, debido a su defectuosa composición, originada por causas políticas, a esa inaceptable situación del Constitucional, se le viene a añadir el inverosímil caso del presidente del Consejo General del Poder Judicial; lo cual equivale a decir, que las dos más altas Instancias de nuestro Sistema Judicial se encuentran en entredicho, cuando sin duda nos encontramos en el preciso momento, en el que ese Sistema debería hacer uso de su máxima eficacia, para acometer los procesos de la innumerable cantidad de casos de corrupción que arrastran nuestros Juzgados; produciéndose la paradoja de que sea la propia Justicia la que entorpece su propia gestión, al verse ella misma envuelta en una comprometida situación, que en cualquiera de los casos, mina y socava profundamente la opinión y la confianza ciudadana respecto a nuestro Sistema Judicial.

Por supuesto, que si nosotros nos atrevemos a emitir nuestro juicio respecto a cualquier proceso judicial, es bajo la condición de lego en la materia, solamente nos ampararemos en nuestra conciencia, para concedernos el derecho de sentencia, como lo haríamos formando parte de un Jurado Popular.

 Nuestro juicio respecto al caso que hoy se ha de decidir de forma “rotunda y contundente”, abstrayéndonos de fijaciones personales, si hubiéramos de dictar sentencia formando parte de un Jurado Popular, no dudaríamos en dictar sentencia de culpabilidad; es más, creemos que no debería haber lugar de dictar sentencia, porque lo lógico e inteligente, hubiera sido presentar instantáneamente una rotunda y contundente dimisión, en evitación de un mayor bochorno social. El camino que parece va a ser adoptado para zanjar ese asunto personal, no habiéndolo hecho a su debido tiempo, más bien va a tener los visos de una “huida hacia adelante”.

Nuestro expuesto juicio, lo basamos en el hecho de que para nosotros, los pequeños detalles tienen con frecuencia tanta o mayor importancia que otros de mayor relevancia, por ejemplo, ¿acaso no tiene mayor importancia, el abuso de beneficiarnos de un viaje turístico, cargándolo indebidamente a la cuenta de nuestro Club, aprovechándonos de la confianza que se nos otorga, que el hecho de ser Presidente del mismo?. Esperamos que por el bien de una perdida confianza en la Justicia, en el caso que se está debatiendo, la sentencia no sea tan rotunda y contundente como anunciada, sería suficiente y mucho más honorable una sencilla y callada dimisión.


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