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POSTURA ROTUNDA Y
CONTUNDENTE
Hemos de reconocer lo
lamentable que resulta, constatar el grado de degradación en que se encuentra
nuestra Sistema Judicial; si ya era harto significativa la situación en que se encuentra
el Tribunal Constitucional, debido a su defectuosa composición, originada por
causas políticas, a esa inaceptable situación del Constitucional, se le viene a
añadir el inverosímil caso del presidente del Consejo General del Poder
Judicial; lo cual equivale a decir, que las dos más altas Instancias de nuestro
Sistema Judicial se encuentran en entredicho, cuando sin duda nos encontramos
en el preciso momento, en el que ese Sistema debería hacer uso de su máxima
eficacia, para acometer los procesos de la innumerable cantidad de casos de
corrupción que arrastran nuestros Juzgados; produciéndose la paradoja de que
sea la propia Justicia la que entorpece su propia gestión, al verse ella misma envuelta
en una comprometida situación, que en cualquiera de los casos, mina y socava profundamente
la opinión y la confianza ciudadana respecto a nuestro Sistema Judicial.
Por supuesto, que si
nosotros nos atrevemos a emitir nuestro juicio respecto a cualquier proceso
judicial, es bajo la condición de lego en la materia, solamente nos ampararemos
en nuestra conciencia, para concedernos el derecho de sentencia, como lo
haríamos formando parte de un Jurado Popular.
Nuestro juicio respecto al caso que hoy se ha
de decidir de forma “rotunda y contundente”, abstrayéndonos de fijaciones
personales, si hubiéramos de dictar sentencia formando parte de un Jurado
Popular, no dudaríamos en dictar sentencia de culpabilidad; es más, creemos que
no debería haber lugar de dictar sentencia, porque lo lógico e inteligente,
hubiera sido presentar instantáneamente una rotunda y contundente dimisión, en
evitación de un mayor bochorno social. El camino que parece va a ser adoptado
para zanjar ese asunto personal, no habiéndolo hecho a su debido tiempo, más
bien va a tener los visos de una “huida hacia adelante”.
Nuestro expuesto
juicio, lo basamos en el hecho de que para nosotros, los pequeños detalles
tienen con frecuencia tanta o mayor importancia que otros de mayor relevancia,
por ejemplo, ¿acaso no tiene mayor importancia, el abuso de beneficiarnos de un
viaje turístico, cargándolo indebidamente a la cuenta de nuestro Club, aprovechándonos
de la confianza que se nos otorga, que el hecho de ser Presidente del mismo?. Esperamos
que por el bien de una perdida confianza en la Justicia, en el caso que se está
debatiendo, la sentencia no sea tan rotunda y contundente como anunciada, sería
suficiente y mucho más honorable una sencilla y callada dimisión.
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