SITUACIÓN
POLÍTICA ESPAÑOLA ACTUAL
La
casi simultaneidad de las elecciones Generales del 28 de abril y las
Municipales de este pasado 26 de mayo, han reflejado ambas la clara
intención de voto que el electorado ha efectuado con ellas. Las
Generales han revelado la clara definición de los votantes hacia dos
tendencias nacionales, de una parte su inclinación hacia una
orientación conservadora y ultra conservadora, y de otra una
inclinación hacia una parte progresista, con notable ventaja de esta
última, en la proporción de 165 escaños contra 147 escaños
parlamentarios.
Mucho
más heterogénea ha sido la tendencia del electorado con las
Municipales, donde en éstas se ha manifestado el negativo resultado
de las verdaderas fuerzas progresistas del Cambio, debido a una
inveterada y clamorosa falta de sintonía y unión entre ellas, que a
pesar de obtener resultados generales superiores a las conservadoras
y ultra conservadoras, han inclinado la balanza hacia una compleja
paridad entre ambas, atreviéndome a decir que el relativo repunte de
las conservadoras y ultraconservadoras, es y continuará siendo
debido a la política parentelar, amiguista y nepotística que se
viene practicando en la mayoría de los 8195 municipios de España, herencia de
aquella dictadura militar franquista, donde intereses personales y de
partido priman sobre los verdaderos intereses del municipio, gestiones administrativas esas, completamente alejadas de una verdadera y sana Política.
En
interés del país y del propio electorado, a pesar del pequeño
repunte conseguido por las fuerzas conservadoras y ultra
conservadoras en estas Municipales, ese repunte no debiera significar
ninguna dificultad o inconveniente, para que los resultados de las
Generales primen absolutamente en el establecimiento de un Gobierno
progresista, para no defraudar a un esperanzado electorado, que de no
ser así, muy negativas consecuencias acarrearía a un sempiterno
desnortado y desvirtuado PSOE, que especialmente durante todo el
desarrollo de una falsa Transición, ha estado y continúa estando,
con demasiada frecuencia, muy alejado de sus bases y de sus orígenes.