¿DÓNDE NOS
ENCONTRAMOS?
Haría falta
una profunda y analizada reflexión dentro de nosotros mismos, para poder encontrar
la respuesta, que nos defina y aclare exactamente la verdadera y compleja
situación, en la que nos encontramos. Ese
complicado estado del que no escapa ninguno de nuestros congéneres humanos, ha
conducido inconsciente y paulatinamente a la mayoría de nosotros, excepto a
quienes la han provocado, sin apenas apercibirnos de ello, a una lamentable e
insoportable situación tanto económica, como social y moral global.
Repetimos,
sólo un sincero y profundo auto examen de nuestra conciencia, podrá permitirnos
comprender las principales causas que nos han abocado a la triste y muchas
veces desesperada situación en la que nos encontramos. Lógicamente ese examen
de conciencia deberá empezar con el concienzudo estudio de una retrospectiva
social y económica, tanto a nivel individual como colectivo, partiendo esa
observación de aquellos tiempos de bonanza, que equivocadamente creímos iban a
no tener fin.
Indefectiblemente
todas las Crisis económicas que han sufrido nuestras sociedades, siempre han
tenido su origen a partir del momento, en que el Bienestar Social de las mismas
habían alcanzado un supuesto y máximo Bienestar Social. A ese respecto el
máximo ejemplo lo encontramos en la exponencial “Crisis de 1929”, dramáticos
recuerdos de aquella convulsión económica, ¡¡ gentes creyéndose el día anterior
ricas, arrojándose al vacío desde lo alto de las ventanas de la Bolsa de Nueva
York, con sus montones de papel mojado en las manos !!.
Resulta una
gran verdad considerar, que las mismas causas provocan siempre los mismos
efectos, por lo que analizando nuestra actual Crisis hemos de admitir, que los
errores cometidos en anteriores crisis, han vuelto a cometerse en ésta. Errores
que siempre tienen su origen en la codiciosa ambición del ser humano, que
retroalimentada nunca sabe poner límites a la misma, donde el diabólico Sistema
Neoliberal especulativo, nos introduce dentro de una espiral inflacionista, que
tiene por límite aquéllos que le marca el poder adquisitivo de la masa humana
que alimenta esa espiral, que lógicamente alcanza un tope, cuando no puede ir
más allá de las posibilidades que ha provocado la inflación de un despiadado y delictivo
Capital; situación en la que sinceramente hemos de reconocer se encuentran actualmente
todas las economías de aquellos países mal llamados desarrollados.
Existe un
agravante con nuestra actual Crisis, al creer que ya alcanzó su máximo grado en
el año 2008 con la explosión de aquel la burbuja inmobiliaria, falsa creencia,
aquella burbuja continúa todavía sin explosionar totalmente, buitres
financieros especulativos continúan todavía alimentándose de la carroña de
aquel primer destrozo, bajo una insostenible convulsión financiera y económica
mundial, que está colocando nuestra actual Civilización al borde de un total
colapso, muy difícil por no decir imposible de detener su imparable y negativa
evolución, nefastas consecuencias principal y exclusivamente sufridas por el
Pueblo llano, bajo la incompetente y delictiva dirección de mercenarios
políticos, estos gozando de las prebendas que les arroja un despiadado y
despótico Capital en defensa del mismo, sin olvidar la especial mención de
aquellos “endiosados economistas”, que no saben apreciar más que sus
desmesuradas retribuciones, ignorando voluntaria o involuntariamente la
delicada labor que deberían honestamente realizar, para advertir al Mundo de
los falsos caminos económicos y sociales que estamos transitando, en evitación
de la imparable y peligrosa situación económica y social global, que a pasos
agigantados se cierne sobre nosotros.