HACIA LA
DEFINITIVA TRANSICIÓN
Durante 35
largos años, bajo un punto de vista político y económico, dura y
lamentablemente dañina ha sido la transición del “Campechano”, especialmente insoportable la recta final de
esa etapa.
Con la
maquilladora imagen de una segunda transición, escenificada con la presentación
de un amorfo “Preparado”, se ha querido dar la sensación de querer reparar los
irreparables daños políticos, económicos
y sociales, provocados durante esa primera transición, pero lo que por su
propio peso debía ocurrir, ha ocurrido, la incompetencia gubernamental, y la
increíble corrupción política e institucional existente, ha provocado el
destape judicial de una interminable cascada de delitos político
administrativos, situación comparable a la Administración del peor “país
bananero” imaginable, con perdón de muchos de ellos, que ha sumido el país
dentro de un verdadero desconcierto político y social.
El terremoto
que se está manifestando actualmente dentro del panorama político español es
desolador, ha sido tal la corrupción llevada a cabo por todos y cada uno de los
partidos políticos, especialmente de la parte del que actualmente ostenta el
Poder, que ninguno de ellos, está capacitado moralmente, para continuar, más que
gobernando, desgobernando el país.
La
desalentadora y caótica situación política que sufre el país, requiere un
inmediato cambio político, resulta moral y materialmente insoportable para el Pueblo,
continuar sufriendo por más tiempo, la desvergüenza, hipocresía, cinismo y
prepotencia del actual gobierno, que desgraciadamente valiéndose de la mayoría
absoluta que se le tiene concedida, y amparándose en su “segunda maquillada
transición”, intentará seguir manteniéndose en el Poder, para acabar de preparar
su “dorado retiro”, vía su acostumbrado expolio, camino de Suiza, Andorra u
otros.
Salvo
situaciones excepcionales que puedan provocarlas, se descartan unas elecciones anticipadas por los motivos
expuestos, sólo cabe esperar el total cambio político, que sin duda necesita y
va a experimentar España, en las próximas elecciones generales 2015, donde el
Pueblo español, deberá severamente considerar, hacer tabla rasa de todos y cada
uno de sus actuales corruptos partidos políticos, para saber otorgarse un
Sistema de gobierno verdaderamente fiable y progresista, controlado por su
propia Soberanía, que pueda ofrecerle a través de sus nuevas Instituciones,
reguladas por una nueva Constitución, las democráticas garantías políticas,
económicas, sociales y judiciales, que se le vienen negando y enajenando desde
hace “tantos tiempos”.
Severa,
complicada y ardua labor, es la que le espera al democrático gobierno
progresista, que perentoriamente está necesitando España, para que a través de
sus nuevas Instituciones, de comienzo a la total regeneración política y
administrativa que necesita el país, y por ende económica y social, para
devolverle al Pueblo su Soberanía, durante tanto tiempo expoliada, violada y
prostituida por un incompetente y corrupto bipartidismo político, digno
heredero de los usos y costumbres de una nefasta Dictadura. Si difícil es la tarea
que le espera al gobierno que lleve a
cabo esa regeneración, no será de menor importancia, el enorme sacrificio y las
dificultades que deberá soportar el Pueblo llano en apoyo de ese Gobierno, para lograr ese objetivo,
meta únicamente alcanzable, si sabe dotarse de los democráticos mecanismos
políticos necesarios, para preservar el futuro de su Soberanía, con la
impresión en su estandarte del respetuoso lema, “Libertad, Igualdad y
Fraternidad”, consigna obligatoriamente marcada a fuego en el corazón de todas
gentes de bien, para no fracasar en su noble intento.