PRESENTE Y
FUTURO DE LA POLÍTICA ESPAÑOLA
La actual situación de nuestro país, podríamos equipararla a la de
un automóvil que ha pinchado una rueda, y se encuentra perseguido por un enorme
tsunami económico, político, social y
financiero, con el agravante de que no
dispone de la rueda de recambio. El
vehículo intenta proseguir su precipitado escape, pero sin lograr distanciarse
demasiado de la grave amenaza que se le viene encima, sus esforzados movimientos
le permiten solamente avanzar en zig zag, con lo cual su lenta marcha, lo sitúa
cada vez más cerca del peligrosísimo fenómeno que lo persigue.
Para completar la metáfora de nuestro automóvil, vamos a
asignarle a cada una de sus cuatro ruedas las siguientes funciones: Económica,
política, social y financiera. ¡¡ Qué duda cabe, que la rueda política es la
más importante del automóvil !!, el buen funcionamiento de las otras tres
depende de su rueda direccional política. Luego…, volviendo al parangón
anteriormente establecido, nos encontramos que los aproximadamente 47 millones
de pasajeros, que viajan en ese enorme vehículo, se están viendo ya cercana y
peligrosísimamente perseguidos, por una enorme catástrofe…, el automóvil con la
rueda direccional hecha polvo, y las tres restantes con el perfil tan
desgastado a punto de reventar también.
Nos hemos valido de un lenguaje figurado, para describir en
síntesis la actual situación de nuestro país. Para complementar esa simulada
expresión, vamos a tratar de analizar de forma más objetiva, la deteriorada y
grave situación en la que se encuentra actualmente nuestra “rueda política”, para
que nos ayude también a comprender su difícil aunque posible e indispensable
reparación.
Nuestro actual sistema político echó a andar el 20 de
noviembre de 1975, como continuación del gobierno de una dictadura sufrida
durante 40 años, sobradamente conocida. El principal defecto que no cesa de
lastrar a nuestro actual sistema gubernativo, es que éste continúa todavía
unido por su cordón umbilical a la anterior dictadura, prueba de esa filiación
es el degenerado y corrupto proceso político que desde entonces está sufriendo nuestro país,
como consecuencia de la viciadas costumbres heredadas de aquel gobierno, y que
el actual no ha hecho más que corregir y aumentar vergonzosamente, gobierno
éste, perennemente representado por un bipartidismo, cuyas facciones a pesar de supuestas diferencias ideológicas, no han
hecho más que perpetuar al unísono otra dictadura, eufemísticamente calificada
como democrática económica, sujeta esta vez al Poder del Capital, en lugar del
Militar como lo estuvo aquélla.
Vulgarmente se suele decir, “el Pueblo tiene el Gobierno que se merece”, y
efectivamente no vamos a discutir este aserto, la moderna Historia de nuestro
país deberá confirmar que, obviando otros anteriores gobiernos, no mejores que
el sistema actual, está sufriendo desde el 18 de julio de1936 unos poderes ejecutivos,
que nada tienen que envidiar a los de cualquier
República bananera (disculpen esta vulgaridad, no podemos encontrar otra
expresión más adecuada).
Un simple empujoncito, y las fichas de nuestro actual
Ejecutivo caerían como las del dominó, pero hete que se les tiene acordada la
patente de corso, y a ella se agarran como a clavo ardiendo; un derecho que
como de costumbre, con irreflexiva
visceralidad, los votantes les
hemos ido acordando a todos los gobiernos
habidos hasta la fecha, a través de una mayoría simple o absoluta.
Es nuestro personal convencimiento de que, hasta que no seamos capaces de reemplazar, nuestro
obsoleto, incompetente y corrupto sistema bipartidista, por un verdadero y
liberal sistema democrático, realmente
amparado por una nueva Constitución, nuestra
situación económica, política y social no puede más que ir empeorando,
si es que se puede empeorar más de lo que ya está .
Haciendo cábalas respecto a un necesario y perentorio cambio
político, hemos de reconocer que los dos partidos mayoritarios, avalados por
sus tropelías, están condenados de antemano a un total fracaso; en cuanto al
partido de derechas, se les puede garantizar el tradicional voto clerical,
militar, burguesía, administración pública, y todo aquel personal que
“genéticamente” ya viene marcado con las siglas del partido, con lo cual pueden
tener garantizado el 30% del electorado, no más. En cuanto al partido bipartidista mayoritario de “izquierdas”,
también se les puede garantizar el fiasco de antemano, partido que por la
deformación ideológica de sus actuales representantes, han perdido totalmente
la esencia de lo que debe representar un verdadero partido de izquierdas,
convertidos prácticamente en una elongación de su opositor de derechas, ambos
dócilmente sometidos a la oligarquía económica, sin ninguna clase de remilgos,
a la hora de verse sobornados por toda clase de prebendas.
Visto el panorama general de lo que ha representado y
continúa representando nuestro nefasto bipartidismo, al país sólo le queda la
esperanza de que una verdadera fuerza democrática liberal, haga irrupción en
nuestro arco parlamentario, que sea capaz de aglutinar los anhelados deseos del
Pueblo español, y de verse representado por verdaderos gestores de su
patrimonio público, alejando infundados temores
de viejas y caducas hoces y martillos, para convertir España en una verdadera Social Democracia, donde una nueva Constitución,
represente y haga respetar, los genuino poderes, derechos y obligaciones de su
ciudadanía.